viernes, 19 de junio de 2015

Recopilación de escritos. Flora y fauna samperina.

Boletín unitario  de Samper de Calanda, año III, nº 25, marzo de 1973, editado por el C.I.T.
Ahora que está de actualidad esto de rastrear los escritos con las barbaridades que algunos colgaron por las redes, de acudir a las hemerotecas de la prensa y la televisión para ver lo que decían algunos políticos que luego hacen lo contrario, etc., vuelvo a rescatar un escrito mío que publiqué en el “BOLETÍN UNITARIO DE SAMPER DE CALANDA”. Se trataba de un artículo, en la sección de “Flora y fauna samperina” que arremetía contra los samperinos que habían emigrado, creo que bastante injusto y un pelín zafio (La comisión de redacción junto a mi firma decía “M. Martín… y sus cosas”, como distanciándose de mi escrito). También escribí otro contra las alcahuetas o chafarderas del pueblo. Pero en fin, es así como yo lo veía con 23 años, en aquella lejana fecha de marzo de 1973.  


Tenemos que asumir lo que dijimos o escribimos sin complejos; al fin y al cabo yo no voy a ser concejal de cultura de Samper y me importa un carajo lo que puedan pensar los demás; bueno, un poco sí, pero también publiqué cosas majas que pondré otro día. Ni que decir tiene que las diferencias entre lo rural y la ciudad tenían entonces una relevancia que ya hace tiempo que ha desaparecido.

          A causa de las grandes trasformaciones sociológicas y variaciones ambientales producidas por la contaminación durante la llamada “era industrial”, este conocido ejemplar de parecidas características a nuestro “pájaro d`apueblo” o “pájarus Shamperinus”, del cual procede, se vio obligado a adaptarse a otras condiciones de vida más favorables llevados por su natural instinto de conservación.
          No será difícil reconocerlo: posee pico uniforme; vistoso plumaje y alas utilitarias que le permiten realizar sus vuelos con increíble facilidad. Algunos estudiosos clasifican a estas aves en el grupo de las “comensoras”, por su afición a los tacos de jamón; suelen habitar en pequeños nidos aglomerados de las grandes ciudades y se diferencian de sus congéneres sedentarios, en que estos últimos, llevados por un exceso de pulcritud, acostumbran a asentarse en los corrales y miradores de sus casas por no ensuciar las demás habitaciones.
          Aunque sus periodos migratorios son constantes, vienen a realizar sus vuelos “utilitarios” tres veces al año, que coinciden con la matancía del tocino, las tortas de pascua y los “bailes” de la Placica.

Para satisfacción de los curiosos hacemos saber, que el mencionado pájaro, no es comestible.

1 comentario:

  1. Estupendos artículos, el actual y el del 73!
    Por cierto, ahora eres un ejemplar de "Pajarus Shamperinus", simplemente.... vienes más de tres veces por año.

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