martes, 6 de mayo de 2014

Comentario: Rectifico; en Samper no hubo foso del castillo, ni el nombre del pueblo se debe a una familia ilustre de apellido Samper.



          Uno de los problemas que tenemos los que escribimos con nombre y apellidos es que, al contrario del que solo habla, salvo que le estén gravando, es imposible excusarse diciendo yo no escribí eso, porque “lo escrito, escrito queda”; es un documento público y si se mete la pata, se equivoca uno, si no se es riguroso con lo que publica, le pueden corregir incluso severamente.
          No importa tanto cuando se dan opiniones de tipo filosófico, religioso o político, pues eso se presta a la subjetividad y cada uno asevera con firmeza lo que le dicta la fe, a veces más que la razón o el sentido común; ya sabemos aquello de que “Nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. 
          Yo soy una persona doctrinaria aunque escéptica o descreída y, por lo tanto, soy un dogmático relativista e irreverente. Las críticas que pueda recibir por escribir sobre mis ideas las tengo que asumir con deportividad y no me voy a enfadar por ello porque sería un giripollas. Hay quien dice o escribe cosas sobre política, sentires o religión y se cabrea si le contradicen como si la verdad suprema existiera (la relativa está en todas partes y en ninguna al mismo tiempo) Sin embargo no estamos obligados a rectificar nuestras opiniones idealistas, pues nadie nos puede obligar a pensar de otra manera. Ni aun con el potro de la tortura se puede reprimir el pensamiento porque este no está en el plano físico sino en el mental.
          Me refiero a aquellas cuestiones que pueden verificarse positivamente por los sentidos a través de la experimentación, la investigación, el examen exhaustivo, etc. Por ejemplo, los estilos arquitectónicos; si yo digo de uno románico que es rococó, estaré equivocado de manera radical. Si no rectifico y reconozco mi error cuando me hayan corregido, seré un cretino incorregible.
          Y ahí es donde quería llegar yo; por ejemplo: en Samper no pudo haber foso del castillo, como decía en uno de mis escritos sobre las calles de Samper, porque hasta allí no podía llegar el agua corriente necesaria y, por si fuera poco es demostrable porque así me lo han hecho ver personas informadas. (Tambien me han corregido de lo contrario ver opinión más abajo). O sea, o estaba mintiendo deliberadamente o improvisando con frivolidad y dando un dato incorrecto que mucha gente que lee mi blog y confía en que soy un enterado posiblemente se creyó.
          También tengo que reconocer que el nombre de nuestro pueblo no proviene de una familia ilustre de apellido Samper, como decía en una reseña reciente. Bien es verdad que lo apuntaba como conjetura por un escrito que había leído por internet. Samper  proviene del latín Sancti Petri (San Pedro) y está documentado el nombre de nuestro pueblo desde antes del año 1200. ¡Y yo sin enterarme!
          Me han alertado de que puedo haber incurrido en otros errores y espero que me digan cuales son, para si es así pueda rectificarlos. Pues no es coherente que yo, que critico el que se manipula y mixtifica la historia, sobre todo a cuenta de los patriotismos de tipo local, regional o nacional, caiga en los mismos vicios que descalifico.
          También es cierto que he recibido críticas de datos que he ofrecido que no son justas, por ejemplo: porque dije que en Samper hubo morería (la hubo y está documentada), lo que ya no tengo claro es que, esta, fuera radicada en la antigua Parroquia como yo apunto en otro de mis escritos. Procuraré no ser trivial en estos temas y atinar, aunque mucho me temo que, conociéndome como me conozco, seguiré metiendo la pata, pues cuando me pongo a escribir soy algo esquizofrénico y confundo lo que pienso en la vigilia con los sueños de cuando duermo. Solo espero que me corrijan, sin vergüenza, quienes me leen si tienen referencias de que estoy equivocado. Lo mismo en el estilo u ortografía, pues no tengo corrector a jornal y los de Internet son como un robot que igual les da ocho que ochenta, son mecanicistas y les importa tanto la ortografía como me importa a mi.

3 comentarios:

  1. Bueno, me ha dicho alguien que tambien conoce del asunto y que dice tener documentación sobre el tema que la calle de debajo del FOCAR era el foso del castillo, que la mayoría de los castillos estaban en zonas altas y muchos en lugares altos donde no llegaba el agua, y que un foso no debe contener necesariamente agua ( ver enlace: http://es.wikipedia.org/wiki/Foso) Parece ser que alguien que vendió una casa al lado del castillo se documenta como de calle del Foso. Yo ahí lo dejo.

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  2. "... El castillo del dicho lugar [de Samper de Calanda] es de la dicha Religión [de San Jun de Jerusalén] y comendador... el cual afrenta con plaza y barbacana y vías alrededor. Y dentro de aquél hay una iglesia dicha de la invocación del Señor San Juan Bautista.
    ... es de la Religión... un huerto sito debajo del castillo, con muchos árboles, que es de sembradura dos cahíces, y que afrenta con cequia por donde se riega y con camino del río y senda a la parte baja y con tierras del colegio.
    ...es de la Religión... la cuesta que está alrededor del castillo, en el camino que va o la divide la senda detrás del horno que va a la puente de los Sánchez, y el camino que hay frente las tapias del huerto de dicha encomienda y dicha cuesta, y el camino que sube por detrás de los corrales de la parroquia, que están hacia dicha cuesta..."
    ADZ, San Juan de Jerusalén, 278-8, ff. 15r, 19v y 51v.

    El castillo y el monte están recogidos y descritos en la documentación de la Orden de San Juan desde principios del siglo XVI hasta el XIX, por lo que no caben dudas acerca de lo que había en el monte.
    En el catastro del ayuntamiento del año 1898 (3 vols.) no hay ninguna calle llamada del Foso.

    El castillo no tenía foso, simplemente.
    Tampoco había grandes casonas nobiliarias. La Casa Mata era el mesón de la parroquia, propiedad de la Orden de San Juan. Está documentado, y se han conservado las cuentas de su construcción. Hay una inscripción que lo ratifica en los cuartos del último piso.

    Puesto que no tenemos apenas restos físicos para conocer la historia de Samper, es preciso documentar, contrastar y confirmar cualquier cosa antes de hacer una afirmación sobre el asunto. El problema, si no se hace así, es que se da una imagen deformada o desvirtuada de la realidad.
    Si queréis podemos jugar a imaginar cosas, y jugando inventamos un pasado para Samper. Pero eso no sería Historia de Samper, sería un juego. Y ahí sí cabrían los disparates, todos los que se le ocurran a cualquiera.
    Había un lugar llamado El Fosalico en el Portal Alto donde ahora hay casas. Cabe la posibilidad de que el papel que tiene esa persona aludiera a una casa en ese lugar?
    Dónde está ese documento? Y, por favor, quiénes son los intervinientes, el notario que testifica la escritura, la fecha, precios, tipología documental, la descripción exacta de la calle, y a qué casa se refiere? Es posible que haya una explicación razonable de la cosa. Podría la persona que hace el comentario meter aquí la foto del documento? Y entre todos vemos de qué se trata exactamente.
    Vale.

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  3. Manuel, tus artículos son eso "tus artículos" , publicados en tu blog y por tanto si hay inexactitudes se publica lo que te dicen y debía servir. Se trata de colaborar en la difusión de lo que cada uno conoce y sin ningún afán de crear Historia de Samper. Para eso ya están los estudiosos...... tú sigue q aquí tienes una seguidora y q el que haya foso o no, el q haya una familia Samper o no, son para mi secundarios ante el esfuerzo q es tener un blog como el tuyo

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