Las llamábamos también
“Afogaizas”, porque “afogaban”; es decir ahogaban al comerlas, debido a la
cantidad de aceite mezclado con harina. La verdad es que no tenían muy buena
opinión entre la gente de posibles, pues se consideraba que era un dulce de
pobres; de arrieros o jornaleros, que se comían como desayuno acompañados de
aguardiente.
Con el desprestigio del
aceite de oliva, allá por los años 60 del siglo pasado, este dulce entró
todavía más en decadencia en beneficio del mantecado.
Todavía he visto que se vendía en los hornos de Samper, este dulce, hasta hace
relativamente poco tiempo, En los últimos años que yo estuve de panadero,
algunas casas del pueblo, que tenían peones y aceite o, incluso, molino, les ateclaba varias veces al año, por
encargo y poniendo ellos los productos, unos cuantos lebrillos de estas pastas
muy apetitosas y calóricas; en realidad, una variante de los mantecados.
En otras localidades se
hacen dulces parecidos con aceite refinado mezclado, a veces, con manteca,
almendra molida y otros productos aromáticos.
Antiguo lebrillo de masar torticas. |
RECETA:
1 Litro de aceite
3 Huevos
1y ½ de harina
½ kilo de azúcar
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