domingo, 5 de mayo de 2024

Charrada. Las elecciones catalanas

La campaña de las elecciones catalanas comienza con buen pie.

Por una vez podemos asistir a unos debates en los que se pueden oír las cosas que interesan a la gente; a la gente que vive en Cataluña claro, porque son elecciones en Cataluña, y no en España (quiero decir en el conjunto de España). Pero yo tengo la manía, la perversión y el morbo de seguir los acontecimientos políticos, aunque sé que a los antipolíticos que siguen este blog, no les interesa.

Puigdemont se presenta como estadista y como el nuevo presidente de la Generalitat, si bien tiene que hacer la campaña por video conferencia desde el exilio. En sus últimas declaraciones y como buen liberal, dice que hará lo que le dé la gana.

Aragonés (el blando, de Esquerra Republicana), que lleva la campaña desde la legalidad, ha preferido centrar sus críticas al candidato socialista, más que al emérito President de la Generalitat, y ha reprochado a Illa por decir Lérida y no Lleida en sus discursos, lo que evidencia el españolismo retrógrado del PSC. Un problema molt gros, sin lugar a duda.

"Que no engañen a nadie más, ha espetado también Batet, de Esquerra, visiblemente enfadado, tras denunciar que el PSC es ahora el digno sucesor de Ciutadans, de Rivera y Arrimadas" que hablaban solo en Castellano para ganarse a los castellanoparlantes de Cataluña, que, por cierto, no les sirvió para nada; Ciutadans ya no existen prácticamente en Cataluña.

Para animar la campaña el candidato del PSC, Matías Carnero, haciendo honor a su nombre, se ha referido al Honorable Puigdemont como el que se fue "cagado o meado en un maletero" a Bruselas, tras la declaración unilateral de independencia fallida en 2017 (por otra parte, cierto). Como el PSC es quien guarda hoy el tarro de las esencias del seny catalán, la jefa de campaña, Lluïsa Moret, muy enfadada con su camarada de partido, pidió disculpas. Matías Carnero procede de la UGT y se creía que estaba hablando contra la patronal, posiblemente, y no contra el próximo President de la Generalitat.

Junts acusa el PSC de "compartir fango" con PP y Vox tras insultar a Puigdemont”.

Sánchez a intervenido en las elecciones catalanas (donde no se presenta), acusando al PP y Vox de estar detrás de una campaña para perjudicarle políticamente y promete una "regeneración democrática", algo en lo que viene insistiendo desde que se le acabaron los moscosos de cinco días que se tomó para reflexionar si seguía o pedía excedencia en la empresa. 

Feijoo, que también interviene en la campaña sin presentarse,  como un bo galego, está perplejo y confundido: "Illa abrázache pola mañá, pola tarde empúxate e pola noite insulta". “No es de fiar” -dice Feijoo-, pero de Vox tampoco se fía y dice que el voto útil es el del PP, que no se vote a Vox (que horror), pues como le ocurrió a Sánchez con Podemos, no podría dormir por las noches si tuviera que pactar con la extrema derecha; aquí nadie se fía de nadie. Ni contigo ni sin ti, tienen mis penas remedio etc…, que dice la copla y es bien verdad.

Illa no sabe con quién pactara, solo tiene asegurado los votos de los Comunes de Sumar, pero estos suman cada vez menos a pesar de que tienen mi apoyo que soy un poder fáctico mediático importante. Con la derecha españolista ha dicho que no pactará y con la catalanista tampoco; solo le queda Esquerra que no sabe si apostar por ser federal, soberanista o independentista, así que puede gobernar con los otros grupos separatistas si consiguen la mayoría e igual les da la espalda al PSC. Illa es el candidato más modoso de la campaña, el único tranquilo porque cree que va a ganar también en esta contienda y porque es educado; no sé si esto le hará bien o le hará mal. Ja ho veurem, que en español de Castilla quiere decir: dentro de unas semanas te lo diré.

A Vox lo veo alicaído, desprecia al PP, no quiere al PSOE, no quiere a los nacionalistas, no quiere a la ONU, no quiere a la Unión Europea, no quiere a las feministas, no quiere a los transgéneros, a los extranjeros, a los herejes, a los ateos, no quiere a nadie. Desde que se ha dado cuenta que no se puede entrar con la cabra y la legión extranjera por el Paralelo de Barcelona que han puesto pilones para que no pasen desfiles ni tanquetas, están deprimidos. No hay democracia como cuando estaba el Generalísimo.

Menos mal que vendrán las elecciones europeas donde yo podré votar, que ya llevo las gallegas, las vascas y ahora las catalanas en las que no me han dejado votar ¡Esto le llaman democracia, pero no lo es! Que decían los del 15M. Ahora lo dicen las derechas. Y es que no hay libertades en España como decía el sargento Tejero, que entró en la Cortes a disolverlas pero no le dejaron.

Puigdemont obvia el tono duro y entrar demasiado en la polémica, tratando de mantener una posición más institucional como le corresponde a un futuro Honorable President. Ha asegurado que él no está aquí para revolcarse en "el fango" y se le manche el flequillo, sino para hablar de lo que "necesita Catalunya". Que por supuesto es a él.

A ver si lo vemos aparecer como Tarradellas diciendo: ¡Ja soc aquí! De momento ya le ha dicho a Sánchez que, si quiere que lo apoye en el parlamento español, le debe dar el 100% de no sé qué y que las carreteras radiales vayan todas a Barcelona y no a Madrid (que ya les vale también). Estos independentistas son cansinos y no se irán nunca de España; ya lo veo yo.


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