No juzgo la decisión de María Guardiola para pactar con VOX en Extremadura; es legítima esa decisión. Además, “estaba cantado”, como cantado está que en Aragón gobernará el PP con Vox ¿Por qué entonces tanta matraca, tanta pamplina? Ahora María Guardiola dice: “para mí ha sido doloroso” ¿doloroso? ¿Hay sentimiento de culpa porque tiene que gobernar con VOX?
Estos
políticos, la mayoría de ellos por lo menos (los de centro), están sufriendo
mucho. Unos o unas por tener que aliarse con fascistas sin complejos, otros u
otras por tener que aliarse con filo etarras, comunistas e independistas sin
complejos. Pero allí donde gente del PP y del PSOE se unen entre ellos también
lo pasan mal porque la mayoría de sus votantes no los entienden. No estamos por
una unión del centro diverso y plural porque unos son de derechas, otros de
izquierdas, otros regionalistas agrarios o democristianos, o liberales, otros de
la España vaciada, soberanistas o independentistas varios, en fin, muy difícil
una coalición de centros en este país, prácticamente una solución inviable.
Pero también
los de VOX lo pasan mal; estos son muy dogmáticos, ellos y su tropa de
votantes, y aliarse con los maricomplejines del PP, si no está muy justificado
les dan muchos puestos y ceden a muchas de sus pretensiones les va a crear
problemas de autoestima, pero ¿Qué van a hacer? ¿Siempre en la oposición como
si fueran antisistema cuando son conservadores del sistema?
Y los
independentistas ¿Cómo van a pactar con la izquierda españolista aunque sea
federal o, peor, unitaria?
“Sumar”,
sin embargo, lo tiene claro; quiere pactar con el PSOE. Sin complejos. Hasta
los más recalcitrantes de Podemos, pues el “principio de contradicción” es
consustancial a la filosofía de las izquierdas (dialéctica pura). Tan claro lo
tienen que ya han dicho que quieren reeditar la gobernanza con los socialistas (tapándose
la nariz, claro). Y Pedro Sánchez ya ha dicho que gobernará con SUMAR. También
lo tiene claro. Pero como miente tanto según dice Pablo Iglesias en su canal de
televisión igual cambia a última hora ¿la incógnita es hacia dónde va a cambiar?
Seguro que no puede dormir por las noches pensando que, si gana, le puedan imponer otra vez a Belarra de ministra en su gobierno aunque sea en un ministerio fantasma como el de Consumo donde nadie te nota salvo que digas que hay que comer menos carne de plástico que ya las has cagado.
Pablo
Iglesias, para no cambiar de discurso, dice de Pedro Sánchez que es un
mentiroso compulsivo, que no se si es muy oportuno decirlo ahora pero ya
sabemos que Pablo Iglesias no se caracteriza por ser oportuno ni mucho que le
importa.
¿Y el PSOE? Vi en la televisión a un Pedro Sánchez muy tranquilo y “con tablas” pensando que va a ganar de nuevo, y no me pareció impostura, lo llevaron al “Hormiguero” para que se lo comieran las hormigas y se las comió él; no me extraña porque hace pilates y sale a correr en bicicleta dos días a la semana -según dijo-.
A
Yolanda Diaz la vi muy sonriente; ríe mucho mi candidata preferida, hasta
agobia, aunque prefiero sus sonrisas a las malas caras de otras y otros,
siempre refunfuñando, insultando, con mal genio y cabreados con el mundo
mundial que parece que va a estallar otra vez el Movimiento Nacional, pero como
buena gallega, no se sabe si sube o si baja; si gira a la derecha o a la
izquierda, que a lo mejor es lo que tiene que hacer para unir esa jaula de
grillos que es la izquierda del PSOE; lo que más me gusta de ella, aunque me
crea perplejidad, es esa cariñosa ambigüedad que gusta a toda la gente y a
ninguna por igual. Eso también es muy dialéctico.
Me está
cansando el griterío político; es tolerable algún detalle como aquel de
Labordeta mandando a la mierda a los diputados del PP que le estaban insultando
constantemente cada vez que salía a hablar, o como cuando un diputado gallego
de la oposición le tiro un zapato a Fraga (sin intención de hacerle daño), pero
esta crispación ya está cansando. Casi prefiero que gane la oposición de ahora para
ver si acaban con el paro, levantan la economía, suban más las pensiones, resuelvan
la decadencia de la Sanidad, acaben con los vascos y los catalanes y podamos
vivir en paz como si fuéramos todos de Madrid.
A Feijoo
lo vi balbuceante, inseguro; va de ganador, pero parece que no termina de
creérselo (quizá sabe, a estas alturas de la precampaña, que no tiene carisma y
si gana será porque la corriente parece que va a favor de las derechas). Muy diferente
su carisma al de su camarada Jorge Azcón en Aragón. Este se lo creía, tenía
seguridad y ganó. Si Azcón fuera para primer ministro del Reino de España
ganaría, no tengo ninguna duda, aunque no sería con mi voto; si me invita a
comer mariscada iré, como buen secretario de Pensionistas de CCOO, pero votar
al PP, ni hablar del peluquín. Quiero que gane Sánchez, aunque diga que Felipe
González no mintió cuando nos metió en la OTAN (solo cambió de opinión), tenga
amigos que no entienden el feminismo ni la violencia contra la mujer (yo también
los tengo) y se achante ante el tiranosaurio que reina en Marruecos. Nadie es
perfecto. De momento votaré a Yolanda Diaz con la esperanza de ver si sube o
baja, si va por la derecha o por la izquierda, que yo cada vez también se menos
por donde voy y me orienta pues estoy más perdido políticamente que un pulpo en
un garaje. O sea, que me representa.
Sesión plenaria que parece la España vacía |
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