domingo, 7 de agosto de 2022

Charrada. ¿Hay que llevar o no la corbata? que no me aclaro.

Pedro Sánchez se ha despelotado y quitado la corbata como los de Podemos; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha dicho que no seguirá las recomendaciones del Gobierno y ella no se quitará la corbata.

Debe ser que la mayoría de la gente está de vacaciones y de fiesta, que los graves problemas de este verano como la subida de la energía, la inflación o la guerra de Ucrania parece haber pasado a un segundo plano. Los problemas ahora son el calor del verano que no se puede estar ni en la playa; la falta de hielo, con la gravedad de que escasean los cubitos para echar en el cubata, y si hay que llevar o no la corbata para ahorrar energía, que no sé porque se ha metido el primer ministro del Reino de España en ese berenjenal.

No deja de sorprenderme esta obsesión del presidente del gobierno y de los medios de información por llevar o no llevar la corbata y su influencia en el ahorro energético; yo creía que ya no se fabricaba ese complemento más que para hacer películas o disfraces pues veo a toda la gente en camiseta y calzoncillos por la calle y en las casas. La corbata ya no existe más que en el imaginario colectivo, en la historia y en los parlamentos que no representan ya a la población que no se la pone ni en los entierros ¿Quién se acuerda ya de la corbata, que antes había que llevar obligatoriamente los domingos y fiestas de guardar por lo menos por la mañana hasta después de comer? Luego por la tarde ya se podía ir en mangas de camisa, pero no en camiseta ¡Vaya abominación! Veo las procesiones que se le hacen al santo o a la santa y todo el mundo va hablando, como quien va de excursión, y sin corbata.

Recuerdo que el primero en Samper en poner hielo en el “cuba libre” y otras bebidas fue el bar de “Peguero” y mucha gente lo despreciaba ¡Vaya tontada -decían algunos- agua! Pero los más jóvenes y modernos lo agradecíamos como una innovación, aunque siempre ha habido desagradecidos y retrasados en el progreso y el estado del bienestar. Hoy hay terror a quedarse sin hielo y sin papel higiénico que antes no importaban tanto. Si nos quedamos sin corbata por si hay una urgencia, por ejemplo, para ir a la boda de un amigo que se ha vuelto a casar o celebrar un divorcio, siempre te la puede dejar alguien que la tiene arrinconada en el armario. Antes no teníamos hielo ni papel higiénico, pero teníamos corbata. Hoy en día es importante que no nos quedemos sin ninguna de estas tres cosas.

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