lunes, 22 de agosto de 2022

Artículo. Preservar el patrimonio, un clamor general.

 QUE QUEDE AL MENOS LA "CHAMINERA".

Cada vez hay más voces a favor de preservar la chimenea, infraestructura de la central de la térmica de Andorra; lo único que queda después de que se hubiera demolido casi toda ella.

El rechazo a la demolición de la torre es general (especialmente en Andorra) y los partidos políticos locales han empezado a hacerse eco del clamor de los vecinos. El pasado mes de junio el Partido Popular y Elijo Andorra presentaron en pleno extraordinario una moción en la que solicitaban el mantenimiento de la chimenea de la Central Térmica de Andorra y la declaración de esta como Bien Industrial. Así mismo pedían que se paralice cualquier trámite y gestión encaminado a su derribo al tratarse de “un emblema para la localidad y también para la provincia de Teruel”.

El resto de los partidos mostró su acuerdo en cuanto a la visión de la chimenea como un emblema para Andorra, pero señalaron que para su mantenimiento deben estudiarse varias cuestiones como puede ser el coste anual que ello supondría o los usos que podría tener para que genere beneficios y sea rentable. Finalmente se aprobó con siete votos a favor y cinco abstenciones por parte del Partido Socialista.

No son los únicos que piden la preservación de la chimenea; la Agrupación de Electores Teruel Existe se opuso al desmantelamiento de la térmica desde el principio, señalando que “no es incompatible mantener el patrimonio industrial con el desarrollo de energías renovables y, sin embargo, mantener el patrimonio nos daría una oportunidad de diversificar la economía del territorio” y apuntando que la central “es uno de los símbolos que han identificado la historia del carbón y de la minería en la provincia, es un patrimonio industrial único”.

No obstante, las voces más críticas han surgido de la ciudadanía. Ya en 2020, Rolde de Estudios Aragoneses (REA) fue el primero en presentar un detallado estudio para justificar su preservación de la térmica y que esta fuera declarada Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés. La petición se respaldaba en un informe científico de María Pilar Biel Ibáñez, miembro del Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial y coordinadora del Máster de Gestión de Patrimonio Cultural de la Universidad de Zaragoza.

Sin embargo, todos los esfuerzos para la conservación de la térmica fueron en vano. “Nos dimos de bruces con el muro de la Dirección General de Patrimonio cultural del Gobierno de Aragón, que denegó nuestra petición”, apunta Vicente Ibáñez, miembro de la Plataforma en defensa del patrimonio industrial de la central térmica de Andorra, a la que pertenece Rolde. Con la petición de conservar la chimenea parece que lleva el mismo camino.

Tampoco la Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa) logró paralizar el desmantelamiento. Su presidenta, Belén Boloqui, alegó el pasado 13 de mayo, cuando se dinamitaron las torres que estas caían “por la voluntad del poder representado por Endesa” y añadía “ese poder aliado con los gobiernos, con el de Aragón y con el MITECO”. Lamentaba, además que el patrimonio industrial “todavía no está suficientemente protegido ni por la Ley de Patrimonio Histórico Español ni por la Ley de Patrimonio Cultural aragonés”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario