viernes, 19 de julio de 2019

Comentario. La política imposible (I).


Parece que alguien no se ha enterado todavía de que el bipartidismo se ha acabado en España, o está haciendo todo lo posible por que vuelva a aparecer en un ejercicio de torpeza, esperando que la gente se arte y aparezca de nuevo la abstención, que no sabemos a quién le perjudicaría más; posiblemente al PSOE, que es el que tiene la obligación de dirigir el proceso de creación de gobierno y a UP al que se intenta presentar como el malo de la película pero solo es un niño pequeño que llora porque no le dan todos los juguetes a los que tiene derecho como supuesto socio preferente.

El PSOE debiera asumir que la opción que en el fondo desea, el pacto con Ciudadanos está cerrada, por el sorprendente (otra cosa surrealista), giro hacia la extrema derecha al que Rivera-Arrimadas han llevado a su formación.  El juego a dos barajas de Sánchez, pedir la abstención de la derecha y exigir el apoyo de la izquierda (en ambos casos sin ofrecer nada a cambio) es otra de las ocurrencias a las que estamos asistiendo, no sé si por inmadurez política del propio Sánchez o porque es muy listo (veremos sus resultados). Posiblemente pretenda provocar la repetición de elecciones, pensando que eso puede reportarle algún rédito electoral. Si así fuera sería la demostración, además, de una profunda irresponsabilidad.
Pedro Sánchez ha mostrado en muchas ocasiones una enorme valentía política y se enfrentó a las presiones de los poderes fácticos internos y externos (que irán contentos a su entierro si se mata en esta partida). Ojalá abandone el tacticismo, deje de mendigar el beneplácito de la derecha y se disponga a liderar un Gobierno de izquierdas, más que nada, porque con ese programa se presentó a las elecciones y se le votó; si no hace eso, si hay elecciones, volverá a gobernar el PP y él de jefe de la oposición.
Ya digo, igual me equivoco, por que la cosa ya está que se va de madre y cambia que no se sabe cómo. Hasta podría triunfar Ciudadanos o que la gente le vote a VOX a ver qué pasa. “Que, de perdidos, al rio”.

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