Colas para votar en Zaragoza |
No creo
que nadie hoy en día pueda predecir el resultado electoral de las próximas
elecciones generales. Siempre ha sido complicado predecir el futuro. Más que
predecir, cuando se habla del futuro, lo que hacemos es apostar, y ahí juega positivamente
nuestra intuición y el conocimiento del tema por el que apostamos (es decir de
nuestra sabiduría), pero influyen de manera negativa, a la hora de acertar en
nuestro pronóstico, los perjuicios y la subjetividad. Por lo general, tendemos
a confundir nuestros deseos con la realidad.
En lo que
se refiere a las encuestas sobre las elecciones; estas las hacen profesionales,
supuestamente con métodos racionales y elaboradas por escuelas de estudios de
ciencias sociales. Pero siempre digo que las encuestas no son estadística,
aunque se le parezca. La estadística se elabora sobre hechos concluidos y constatables
que no admiten duda; el resultado es certero y científicamente indiscutible.
Las encuestas no. Ahí influyen la sinceridad o no de quien contesta (que puede
mentir y de hecho muchos mienten), su volubilidad al cambio, su estado
emocional, etc., Preguntan a mil y saben lo que van a votar 100.000 ¡Por mucho
que se trabaje el perfil, puede salir la foto por el cogote!
Además,
quienes hacen las encuestas no se las creen ni ellos, y así elaboran lo que se
dice que es “la cocina”, o sea, que empiezan a meter “tendencias”, apaños,
“pucheros”, especias, ajo y vinagre para que resulten agradables a la parroquia
del periódico o partido que las encarga, y ya está.
Por si
fuera poco: 1º.- los partidos mayoritarios que eran referencia de los dos
principales bloques sociales (derecha-izquierda), se han diluido. Han
aparecido, no dos, sino tres partidos nuevos con voluntad de quedarse e,
incluso, de quitarles la hegemonía a los antiguos, dentro de esa dualidad
“izquierda-derecha”.
2º.- La
creación de un frente “trasversal” en lo ideológico, que parecía que era lo que
vendían Ci y Podemos ha fracasado; Ci se ha ido a la derecha-derecha y Podemos
a la izquierda-izquierda que por otra parte es donde estaban cuando aparecieron
con un supuesto lenguaje nuevo e innovador, pero esa creencia supersticiosa de
que el lenguaje cambia los valores no es suficiente; “el hábito no hace al
monje”. Peor todavía si se intenta camuflar con un envoltorio suave un contenido
ácido.
2º.- el centroderecha
ha desaparecido; un sector importante del electorado se ha quedado huérfano,
aunque no sabemos si el electorado de centro derecha se irá también más a la
derecha, se abstendrá o votará al PSOE.
3º.- Las
elecciones generales son muy diferentes de las autonómicas y más de las
municipales y europeas (a un solo distrito). En las generales en más de la
mitad de los distritos electorales solo sacan diputados los primeros y
segundos, lo cual hace que en las actuales circunstancias con tantos partidos y
las “horquillas” tan dispares y que fluctúan constantemente hace que sea
imposible hacer un pronóstico siquiera sea cercano.
Mientras
tanto, a especular durante una campaña electoral de meses para terminar
riéndonos de los que pierdan (si no es el mío, claro), que, "quien ríe el último, ríe mejor".
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