martes, 5 de febrero de 2019

Comentario. La crisis de Venezuela divide al mundo; al mundo de los inconscientes.


Las llamadas “redes sociales de Internet” (que no sé porque se le llaman así, pues no veo redes por ningún sitio), están encendidas con lo de Venezuela. La derecha lo tiene claro, porque hace tiempo que apostó por ser obsesivamente ”antichavista”. En cuanto a la izquierda, con matices, está a favor de maduro, sin que falten tampoco quienes están en contra, especialmente en el PSOE (casi todos), y en alguna intelectualidad marxista o de la nueva izquierda.

Parece que algunos/as, están imbuidos de idealismo y dogmatismo, a veces inconscientemente disfrazado de “democraticismo” demagógico y “legitimismo”. Bueno, ya eran” legitimistas” los carlistas, y Franco, y la II República; apelaban, todos, a la legitimidad (la suya). No nos queremos enterar que el trasfondo de todo lo que ocurre en Venezuela no es la contradicción "democracia-autoritarismo" (eso no le importa a ninguno de los actores, o como dice Múgica: “no les importa un carajo”) sino, quienes se quedan con las enormes riquezas del subsuelo de ese país, si EE. UU. con la UE de segundón a recoger las migajas, o las nuevas potencias emergentes, especialmente China y Rusia. De momento todo son declaraciones y bravatas, Rusia ya ha dicho que no consentirá una intervención para derrocar a maduro. China lo tiene claro; no hace falta que diga nada que callada le va mejor. EE. UU., está mandando miles de soldados a las fronteras con Venezuela, y Rusia tiene bases de bombardeos. Esto ya lo habíamos visto antes en los libros de historia contemporánea. El problema es quien ganaría ahora en una guerra, si el decadente mundo occidental que necesita salir de la crisis económica que padece o el emergente, que de momento está más seguro. O, a lo peor, nos vamos todos "a tomar por saco" con potencias que tienen arsenal atómico y líderes, de uno u otro bando, que tienen el tozuelo como los machos cabríos (con perdón de los machos cabríos).
Si de legitimidad se tratara (todos están en la ONU), existe la asamblea General y el Consejo de Seguridad. Pero las grandes potencias solo aceptan las decisiones de estos órganos cuando les favorece; cuando no, toman la decisión unilateral. Decisión, que si no se acepta la colectiva, conducirá inevitablemente a la guerra. Si la gana EE.UU. seguirá siendo potencia hegemónica. Si pierde, el bloque oriental será el futuro bloque hegemónico. 
Yo les propondría, por el bien de todos, que se lo repartieran buenamente entre los buenos y los malos, un cacho bueno, un tercio por ejemplo, y dejaran para los venezolanos otro buen cacho bien repartido para que no haya insatisfechos y descontentos como ahora. Pero no me quieren hacer caso.

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