Miembros del Consejo y otras personas, donde se ve también a una jovencísima Ana Mayayo |
El 11
de agosto de 1937 se disuelve el Consejo Regional de Defensa de Aragón. El
general Lister por orden de la autoridad republicana disuelve este cantón
aragonés que, aunque fue reconocido por el gobierno de la II República, nunca
terminó de gustarle del todo, ni al gobierno ni a los demás partidos del Frente
popular; tampoco a la Generalitat de Catalunya que siempre consideró que le
correspondía a ella la gestión de esta zona del Aragón republicano.
A
veces se leen cosas disparatadas sobre esta institución regional; por ejemplo:
que fue ilegal a la República o que fue un cantón anarquista solamente. Se le
suele acusar de todas las barbaridades que se hicieron durante su mandato en el
Aragón republicano. Actualmente los nacionalistas aragoneses lo consideran como
el primer órgano o institución de la autonomía aragonesa moderna. Así, suele
aparecer en muchas crónicas actuales como “Consejo de Defensa de Aragón”,
quitándole lo de” Regional”, que hoy parece anacrónico y españolista pero que
entonces no lo era en la izquierda española, ni siquiera en la anarquista,
donde el nacionalismo y el patriotismo español estaba totalmente asumido dentro
del movimiento progresista y demócrata desde el siglo XIX.
En lo
que se refiere a su subordinación o no a la Republica, hay que decir que si
bien en un primer momento el Consejo pretendió ser una entidad revolucionaria
anti estatal como corresponde al modelo e ideología anarquista, pronto se
convirtió en un cantón regional que para subsistir tuvo que negociar con el
gobierno republicano que legalizó su existencia, aunque estaba mal visto por la
Generalitat de Catalunya que no terminaba de aceptar el perder sus competencias
sobre la zona de Aragón (que le correspondía según acuerdos con el gobierno
central de la República). Los comités revolucionarios se convirtieron en
consejos municipales homologados con los de todos los municipios españoles que
estaban en la parte republicana, distribuyendo los consejeros de acuerdo a los
afiliados de los diversos partidos y sindicatos (pues en una situación de
guerra no se estimaba la celebración de elecciones). La CNT había sido
minoritaria en Aragón, pero debido a la impronta de las milicias anarquistas,
la afiliación a la CNT se convirtió en mayoritaria; no obstante, en los
consejos municipales y en el Consejo Regional de Defensa de Aragón, era
importante la presencia de consejeros de los diversos partidos republicanos,
del PSOE y del el PC, estos últimos camuflados a través de la UGT, que dirigía
el PC en parte.
La bandera del Consejo |
Sobre
las barbaridades, asesinatos, pillajes, etc., que se sucedieron en un primer
momento, más bien hay que atribuirlo a las milicias llegadas de Cataluña y a la
ausencia de gobierno, o vacío de poder, debido a que en un primer momento entraron las fuerzas
paramilitares fascistas y los dirigentes locales republicanos huyeron o fueron
fusilados por lo que la dirección (cuando las milicias reconquistaron la zona), la suplieron los milicianos anárquicamente
(nunca mejor dicho). El Consejo Regional de Defensa intentó, con escaso éxito,
al principio, el poner orden; además era una de las exigencias que le puso el
gobierno de la República. Las diferencias de los anarquistas aragoneses con
algunas facciones de las milicias y de las colectividades no contribuyeron
tampoco mucho a serenar el ambiente. El sectarismo era grande; entre los
propios anarquistas y entre estos y los partidos del Frente Popular.
Por ejemplo: hace años me sorprendió conocer a un veterano
militante anarquista que vino por Samper al comienzo de la Guerra -que
considero que no hablaba de "farol" y al que acompañe a visitar
Belchite-, y que me contó que formando parte de una columna anarquista fue
mandatado por su columna, en asamblea, con otros dos Compañeros, para matar a
un destacado dirigente del Consejo Regional de Defensa Aragonés (anarquista también),
que solía venir por este pueblo. Al parecer hubo un chivatazo y no lo
encontraron.
También conocí en Zaragoza a otro veterano anarquista que escribió
un libro (al que asistí a su presentación y todavía lo tengo por algún rincón
de mi casa), en el que decía que el Consejo Regional de Defensa de Aragón (de
mayoría anarquista, pero también de socialistas y de varios partidos
republicanos de izquierda, que esto no se suele decir), tenía encerrado en una
paridera de Puig Moreno a dos dirigentes de la construcción de CNT, acusados de
infiltrados franquistas y en espera de juicio. Según este sindicalista esta
acusación carecía de fundamento y era simple sectarismo entre dirigentes
anarquistas. Los dos fueron liberados cuando la Generalitat de Cataluña, creo que
por decreto de la República, disolvió el Consejo Regional de Defensa de Aragón.
En
cuanto a la legitimación del Consejo entre la población aragonesa y las
instituciones, partidos y sindicatos antifascistas, creo que los anarquistas
aragoneses perdieron la ocasión de hacerlo. El movimiento revolucionario
CNT-POUM estaba escasamente implantado en el Aragón rural antes de la Guerra; las
fuerzas hegemónicas de la izquierda eran los partidos republicanos demócratas
como Unión Republicana, Juventudes Radical-Socialistas, Izquierda Republicana y
también el PSOE y la UGT. Los anarquistas no aprovecharon el Estatuto de
autonomía de Caspe, que deberían haber activado, las banderas, símbolos y mitos
aragoneses; (no digo yo que a la Virgen del Pilar o a los gigantes y
cabezudos), pero si a Costa, el regeneracionismo, San Juan de la Peña, el
aragonesismo progresista, autonomista o federal, etc. Luego intentó hacerlo,
pero tarde y mal. Se sometió a la legalidad republicana (de mala gana), pero no
lograron contentar a nadie, ni a sus propios correligionarios revolucionarios
de CNT-FAI-POUM, ni a las organizaciones del Frente Popular. Cuando cambió le
relación de fuerzas en el campo republicano y salió Largo Caballero del gobierno, aumentó la influencia de Izquierda Republicana y el PC-PSUC; la suerte (o
mala suerte), para el Consejo, ya estaba dada.
“A
perro muerto todo son pulgas”, todos los males de gestión del Consejo, los
crímenes, saqueos o incautaciones, que a veces habían tenido la complicidad del
Frente Popular regional o realizados por individuos de las diversas milicias o
las colectividades que no se atenían a la disciplina del gobierno regional ni de ninguno,
fueron al debe de los dirigentes del Consejo. Hay que tener en cuenta que el
Consejo tenía competencias de orden público, pero no de dirección militar y
eso, en una situación de guerra, dejaba poco poder al Consejo, además las
milicias, como fuerza militar, tenían influencia en los dirigentes de las
colectividades que controlaban la cuestión económica y pasaban del Consejo si
no les interesaba lo que decretaba o proponía,
Cuando
se disolvió el Consejo, su presidente Joaquín Ascaso fue expulsado de la CNT y considerado apestado
por su propia organización. Nunca han quedado claras las acusaciones que se han
vertido sobre el y sobre el Consejo; parece que a nadie tampoco le ha
interesado abrir una investigación que fuera objetiva, sus adversarios han sido
muchos, incluso entre la izquierda, y sus simpatizantes no escapan de tener una
visión idealizada de ese periodo y del Consejo.
Los
anarquistas y el POUM fueron decisivos para el fracaso del golpe de estado de
Franco pues la Republica no estaba preparada para pararlo. Hubiera sido un
simple paseo militar pero la población, especialmente los sindicatos, se echaron
a la calle y pararon el golpe en muchas ciudades. Pero a partir de ahí todo fue
un despropósito.
La
mayor parte de los aragoneses no se inmutaron por la disolución de su
institución autonómica; la represión no parece que causara muertos ni la
población aragonesa fiel a la República salió en su defensa. Tampoco se
disolvieron las colectividades, como se dice; la mayoría se mantuvieron, aunque
fueron ya voluntarias y mas parecidas a cooperativas que a colectividades. Sin embargo,
todo duró ya muy pocos meses. El apoyo a la Republica había aminorado entre la
población rural aragonesa; la radicalidad del colectivismo forzado y el
anticlericalismo exacerbado restaron base social a la izquierda que además
estaba perdiendo la guerra y ya sabemos que cuando se pierde en una contienda
civil, la mitad de la gente se cambia a la trinchera ganadora.
La bandera del Consejo intenta integrar todos los colores de la izquierda ademas de las barras aragonesas, el negro anarquista, el rojo sindical, (el rojo y negro del anarquismo coincide también con los colores de la falange nacional-sindicalista), con amarillo y morado republicano etc. El escudo integra parte de la simbología aragonesa: el árbol de Sobrarbe, La A de Aragón, el Moncayo, el Ebro, un puente, que será el de Piedra, digo yo, además de unas cadenas rotas,símbolo de la libertad, y en vez de corona aristrocrática, un sol naciente del "nuevo amanecer", Rojo, en este caso.
Vamos a matizar lo que dices sobre el escudo, o logotipo de Consejo Regional de Defensa de Aragón, que no está definido correctamente - ahí no está representado Teruel- . Y como te lee mucha gente, no vayamos a inducir errores.
ResponderEliminarEl símbolo de las montañas nevadas no es el Moncayo, sino los Pirineos, representando a Huesca; el árbol es un olivo que simboliza a Teruel –estamos en el Bajo Aragón y, además, Caspe era entonces la capital aragonesa, ya que Zaragoza, Huesca y Teruel estaban ocupadas por el Ejército Nacional-; el puente con el río es el de Piedra y el Ebro que suplantan a Zaragoza-; la cadena rota significa la liberación - ojo, tanto de un bando como de otro-, ya que los anarquistas son anticapitalistas y ni aceptan la monarquía, ni la República, ni regímenes militares; ni eclesiales, ni siquiera a la tecnocracia como formas de Estado.
El Frente Popular reconoció en diciembre de 1936 este sistema de gobierno en Caspe, constituido por tres consejerías, que se fueron incrementando hasta trece y que, comenzando sus relaciones bilaterales con la Cataluña de Lluís Companys y Francesc Macia, dispusieron de un órgano de prensa (“Nuevo Aragón”) y un Boletín Oficial; adaptaron una franquicia para el correspondencia; promovieron el D.N.I. aragonés y convocaron un consejo ( Caspe, 3 de febrero de 1937) para constituir la Federación de Colectividades, con 80 mil colectivistas representados por 500 delegados, conformando el Aragón Libertario; aboliendo la propiedad privada, incluso el dinero y auspiciando la pretensión de independencia apoyándose en el Estatuto Aragonés lo que convertía al Consejo en un auténtico Estado dentro de otro Estado –el primer Estado anarquista independiente del mundo- lo que irritó a las autoridades republicanas que, tras recuperar el control de Cataluña que iba por el mismo camino, Indalecio Prieto mandó la 11 División para que Lister lo disolviera el 10 de agosto de 1937 ( Un Estado con apenas 11 mese de existencia).
Otro de los detalles del escudo es que no porta corona: ni monárquica, ni mural, sino un sol (curioso la idea de unos y otros de tener siempre de cara al sol) y la “A” mayúscula del frontal , que divide los cuarteles cuyo significado, aunque la mayoría coincide que se refiera a “Aragón”, no es menos cierto que alguien la atribuya, además, a “Anarquía”. Pocas matizaciones, pero alguna, como la de Teruel, importante.
Por todo esto, la fotografía de Ana Mayayo y Ascaso juntos es tremendamente interesante para Samper, ¿podrías conseguirla con más calidad?
Gracias por las aportaciones; lo que yo conozco del Consejo se lo debo a trabajos que sobre él ha realizado el profesor e historiador Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza y de un libro de un antiguo cenetista que como digo no lo tengo ahora a mano pero que me pareció un testimonio interesante. Del escudo no conocía nada hasta hace unos meses y seguramente me equivoqué pues los que presentaron el escudo a publicidad, creo recordar ahora que las montañas nevadas (otra similitud con la Falange), se refería a los pirineos. La foto está sacada de un boletín publicado en Caspe que me dejaron y al que podrás tener acceso creo sin problemas. Yo lo único que puedo hacer es ampliar la foto.
ResponderEliminarEs una buena cuestión también para el debate. Pienso que los anarquistas nunca tuvieron pretensiones identitarias de tipo regionalista, autonomista ni nacionalista y menos de independentistas (tuvieron que improvisar sobre la marcha porque si no la República no los habría tolerado desde el primer momento), pero todo es opinable. La CNT se llamaba Confederación Nacional (española) del Trabajo y la FAI, Federación Anarquista Ibérica, ya que consideraban a la península ibérica una identidad singular dentro de la hipotética Confederación internacional anarquista.