viernes, 5 de mayo de 2017

Comentario. La extorsión del aprendizaje con una nueva modalidad de contrato laboral fraudulento.

Pues lo han dicho los señoritos: “Trabajar para nosotros sin cobrar es un privilegio y necesario para que la empresa sea rentable y que los clientes paguen menos por el cubierto”. Bueno, esto ya se está haciendo en el Tercer Mundo para que las grandes empresas ganen mucho dinero, puedan sus directores hacer obras de caridad y filantrópicas para lavar su conciencia y el dinero negro, y también los ciudadanos de Occidente podamos comprar los productos baratos. Pero a la larga ese modelo se está incorporando a nuestra sociedad opulenta y desarrollada (no podía ser de otra manera), excesivamente paternalista con los trabajadores”.

En los últimos días han aparecido en diversos medios de comunicación declaraciones de varios chefs sobre si el tener becarios “gratis” en sus cocinas es, según algunos medios de comunicación, “esclavitud” o “un privilegio”. Jordi Cruz, famoso cocinero estrella Michelin y juez de un “talent show” en la cadena pública es de los que ha dicho que trabajar gratis por ser para ellos es “un privilegio”.
Sin embargo, de momento, hay que tener en cuenta que:
1º.- En la legislación de Hostelería NO existe la Categoría Profesional de Becario.
2º.- Existen la regulación de los Contratos en Prácticas, Contrato para la Formación y el Aprendizaje, y Contrato a Tiempo Parcial los cuales están regulados en los Convenios Colectivos para la Hostelería, así como en el Acuerdo Laboral Estatal del Sector
3º.- El acceso a la Formación Profesional está perfectamente acordado por las Asociaciones Patronales de la Restauración y Bares (FEHR) y de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) y las Centrales Sindicales UGT y CCOO.
Los Restaurantes con Estrella Michelín al igual que cualquier otro establecimiento del sector están obligados a cumplir con los Convenios Colectivos y la Legislación vigente, Estatuto de los Trabajadores, lo contrario originará una competencia desleal entre Empresas y una contratación fraudulenta en materia de mano de obra.
Ningún trabajador tiene la obligación de pagar por trabajar para que estos restaurantes cobren más barato al cliente y la empresa sea más rentable. (De momento, claro, todo se andará.)

¿Que pasaría si un día todos los becarios que no cobran o que, cobrando algo, están cubriendo un puesto más allá de lo formativo? ¿Podrían muchas empresas prescindir de ellos? Jordi Cruz reconoce que no, no podría llevar el tren de vida que lleva.  


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