Cocido aragonés, gentileza de Casa Emilio. |
En la Wikipedia se puede ver una
reseña de los distintos cocidos tradicionales de la Piel de Toro, o séase,
España. Pero no sale el compuesto más propio de Aragón, aunque en algunas comarcas se
comían también cocidos similar a la escudella catalana o a “cocidos” de otros territorios.
A la gastronomía le ocurre como a
la jota, que a mediados del siglo XIX y posteriores, por influencia del
romanticismo liberal y disgregador, se “regionalizó”
la copla, el fandango y el bolero. A la cocina también le pasó lo mismo y así
cada región tiene una supuesta gastronomía o platos peculiares que por lo visto
solo se comía en los límites de una región y era desconocido en las otras hasta
la llegada de la posmodernidad multicultural donde se mezcló todo y ahora, por
ejemplo, la paella valenciana, las patatas a la riojana o, incluso, el arroz
caldoso con bogavante, son platos típicos de Samper. Los macarrones son comida
italiana pero si llevan tropezones de ternasco también es plato típico de
nuestro pueblo, aunque a los puristas nos cueste reconocerlo y nos aferramos a
lo que creemos que era peculiar de por aquí y no aceptamos que se nos diga que
es plato típico de Samper, por ejemplo, el cogote con angulas, (que hay quien
dice que lo es).
Algunos puristas van más lejos
todavía; los nacionalistas no españolistas se resisten a españolizar sus platos
como los catalanes con la escudella
catalana o el pan and tomaca, que como todo el mundo sabe,
esto del pernil con tomate y chusco de pan de flama, lo popularizaron en
Cataluña los obreros de la CNT cuando iban de acampadas semi-clandestinas al
campo, copiado de los ferroviarios de Samper y de la Puebla de Hijar que por
aquel entonces, como estaban fijos y les mandaban pernil del pueblo, eran los
únicos que podían comer esto (¡ojo, eso es lo que a mí me ha dicho uno de la
Puebla!). También la escudella se cocinaba en comarcas aragonesas como el Bajo
Cinca, Ribagorza o el Maestrazgo.
Aunque no solo los nacionalistas
periféricos son rebuscados; El cocido madrileño solo es de Madrid y no les
digas a los de Madrid que es manchego o castellano (ya no son manchegos ni
castellanos los de Madrid) o que en Tarragona se comía desde tiempos
inmemoriales algo muy parecido que no te lo van a reconocer.
Bueno, ahora en lo que es el
Valle del Ebro se come toda clase de cocido, especialmente el similar al
madrileño, pero por aquí teníamos uno sencillo, que era el que más se comía por
Aragón, pero no en todo o solo en Aragón.
Era muy humilde, sin especias o
casi sin ellas; solo garbanzos, algo de gallina; verdura del tiempo,
especialmente col; tocino, chorizo, morcilla, antiguamente de cebolla, y algo
de patata. Lo peculiar era que en vez de ternera llevaba bajos de cordero,
mejor si era jarrete. No siempre hueso de jamón o esquinazo.
Hace años este cocido podría
probarse en varios restaurantes económicos; ahora se sirven “cocidos” en muchos restaurantes que
dicen son tradicionales de Aragón, pero son más sofisticados, que a lo mejor los
comía la gente rica o se han hecho tradicionales ahora, que las tradiciones son así de modernas. Actualmente el peculiar
u ordinario se puede encontrar todavía en Zaragoza en el restaurante,“Casa Emilio” , que es
donde procede el plato de la fotografía que sirve de icono para este
comentario.
Bon Profit.
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