Pinchar para leer artículo... |
Sé que mi punto de vista
creará sentimientos encontrados, pero tarde o temprano se tiene que abordar una
situación que no es sostenible en un país democrático como es lo de la
titularidad pública de la Iglesia de un gran patrimonio histórico que es
imposible de mantener por los propietarios del mismo. Soy partidario de que se
conserve el patrimonio y también de que la Iglesia Católica se beneficie del usufrutuo,
que en determinadas ocasiones debería compartir con las instituciones cívicas o
con otras confesiones si fuera necesario.
Lo que no puede ser es que el
Estado gaste miles y miles de dinero de los contribuyentes, católicos o no,
agnósticos, escépticos o ateos y que eso vaya a endosar el patrimonio común particular
de una confesión religiosa. La Iglesia Católica deberá aprender a sostenerse
por sí misma, como todas, como lo hace en Francia, por ejemplo. Criticamos a
ongs, sindicatos, partidos etc., de estar subvencionados y entre todos no le
llegan ni a la suela de los zapatos lo que recibe la Iglesia Católica; así que
se vaya poniendo las pilas. A la larga le beneficiara, espiritualmente se
entiende.
De todas maneras, si las instituciones del Estado van ha hacer con el patrimonio lo que el ayuntamiento de Mérida, no se si merece la pena romperse la cabeza.
El ayuntamiento de Mérida convierto su anfiteatro romano en una pista de pádel..., pinchar para leer noticia.
De todas maneras, si las instituciones del Estado van ha hacer con el patrimonio lo que el ayuntamiento de Mérida, no se si merece la pena romperse la cabeza.
El ayuntamiento de Mérida convierto su anfiteatro romano en una pista de pádel..., pinchar para leer noticia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario