viernes, 13 de febrero de 2015

Reseña: La verdadera historia de San Valentín.



El 14 de febrero es el día de San Valentín, ese día la mayoría de los mortales menos los solteros impenitentes y los rancios que no les gusta hacer regalos, celebran el día de los enamorados.

¿Pero? ¿sabemos quién fue San Valentín?

Vamos a dar un pequeño paseo por la historia.


Hacia el siglo III DC, gobernaba Roma el Emperador Claudio II. Valentín era un joven sacerdote que ejercía en Roma enseñando el cristianismo en sus inicios. Un buen día el Emperador Claudio II decretó prohibir que se celebraran matrimonios en Roma porque pensaba
que los hombres solteros y sin ataduras familiares, eran mejores soldados (y luego hablan de la libertad en el paganismo). A Valentín le pareció que aquel decreto era injusto, pues los cristianos de aquel tiempo eran como los de Podemos ahora, y empezó a casar a los jóvenes enamorados a escondidas, desafiando así al Emperador, que además de emperador era idiota, pues ¿a quien se le ocurre prohibir casarse a la gente?

El prestigio de Valentín fue creciendo, y cuando llego a oídos del Emperador mando llamar al joven sacerdote a su presencia. Valentín aprovecho el momento para hacer propaganda del cristianismo ante el Emperador. Pero aunque al principio el Emperador Claudio mostró interés sobre el tema, tanto el ejército como el gobernador de entonces cuyo nombre era Calpunio se lo quitaron de la cabeza y lo mando encarcelar, pues los militares no quieren nunca dar su brazo a torcer.

El encargado de encarcelarlo, el oficial Asterius, quiso poner a prueba al sacerdote al tiempo que le ridiculizaba retándole a que le devolviese la vista a una hija suya de nombre Julia que era ciega de nacimiento. Valentín acepto el reto y en nombre de Dios le devolvió la vista a Julia, adelantándose unos siglos al doctor Barraquer.

No hace falta decir que este hecho hizo que el oficial Asterius y toda su familia se convirtieran al catolicismo, pero no pudieron hacer nada por Valentín que continuo preso. Finalmente el Emperador Claudio ya viejo y débil, pero más cabrón que nunca, ordeno martirizar y ejecutar a Valentín, hecho que sucedió el día 14 de febrero del año 270.
La joven Julia, que tan agradecida estaba al sacerdote por haberle devuelto la vista, plantó un almendro con flores de color rosadas junto a su tumba. Desde entonces el almendro es el símbolo de amor y amistad por los siglos de los siglos.
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