Me gusta mirar las actas de
nuestro ayuntamiento; es la forma
resumida y sintetizada de los acuerdos del consistorio. Las actas de los
concejos dicen mucho escribiendo poco, no hace falta mucha retórica para
entenderla y es ley lo que se acuerda. Lo que no sale en las actas no existe
como corporación, aunque creo que hay otras ordenanzas vinculantes no
corporativas, como disposiciones de alcaldía, bandos etc. Deberíamos tener una
copia cada vecino.
En una de las últimas actas
del Ayuntamiento de Samper sale un punto sobre Motorland; en ellas se hace un
repaso sobre las ventajas que supone para la comarca la existencia de este
circuito.
No se trata de ninguna ley u ordenanza; más bien parece una
resolución para dejar patente el acuerdo del Ayuntamiento sobre las bondades de
este proyecto deportivo y empresarial. Al final, sin embargo, se hace una
severa crítica a determinados foros, organizaciones, tertulianos de medios de
comunicación, etc., que ponen en entredicho las cuentas de este proyecto, lo
ridiculizan –dicen- o fiscalizan. No cabe duda de que el objetivo de este punto
del acta no es tanto el de contar las bondades como la de reprochar las
críticas.
La verdad es que yo tengo sentimientos
encontrados con esto de Motorland; creo que es una empresa interesante, que
viene muy bien para la comarca y puede dinamizar la economía de nuestro pueblo
y comarca. Además soy partidario de que el Estado planifique la economía e
invierta en proyectos empresariales cuando la iniciativa privada no puede o no
sabe hacerlo. Si no fuera así pocos países en crisis podremos salir de ella, ni tampoco
los “tercermundistas” del subdesarrollo.
Hay ideologías políticas que
dicen estar radicalmente en contra de estas ideas intervencionistas, planificadoras; así pues, cuando gobiernan se
ponen a privatizar los servicios básicos o su gestión porque dicen que harán mejor sus tareas y
servicios a la ciudadanía; sin embargo, y como paradoja, crean veinte mil empresas
gubernativas, proyectos y eventos supuestamente dinamizadores o financian
directamente, cada vez más, a empresas y compañías privadas con dinero público ¡Interviene el Estado, ya lo creo
que interviene!. Me parece bien, pero ellos son incoherentes con su ideología, ¿no son liberales en economía
y contrarios a la intervención de las administraciones?
Lo de Motorland es una
empresa pública (mixta o un híbrido, no lo sé). Es un proyecto en donde el
Estado ha metido y sigue metiendo un dinero considerable; mucho. Es lógico que
los ciudadanos y ciudadanas exijamos claridad en las cuentas ¡Nada de
demagogia! No estamos para chistes. En Aragón y en toda España, están saliendo
ya muchas empresas públicas, eventos ruinosos y chiringuitos financiados con dinero
público que iban a ser la repera. La crisis está sacando muchos tufos. Pedimos que
sigan las ayudas para el sector minero, para la agricultura, para la ganadería,
porque sin esa ayuda no aguantamos, no salimos, y tenemos que ser serios, muy
serios, y no lo somos o no lo parecemos; mucho dinero se ha gastado bien, otro
se ha frustrado por la crisis, pero mucho se ha ido por el desagüe no se sabe a
dónde.
Ahí están las autopistas de
peaje que deberían estar ya amortizadas; ahora nos dicen que las empresas privadas que
las gestionan están en quiebra y necesitan financiación. Tendremos que
crear una tasa nueva por circular por
las carreteras y autovías ¡Nos habíamos creído que se podía ir gratis con el
coche por los caminos de España! aunque ya pagamos impuesto por la gasolina que consumimos, por el coche cuando lo compramos y el de circulación cada año.
Ahí está tambien Bankia; había consejeros de la entidad (Caja Madrid y otras), de todos los agentes sociales democráticos (PP,
PSOE, IU, UGT, CC.OO...) cobrando de 200.000 a 400.000 euros al año, y no pedían o no les daban bien las cuentas, los ilusos. Los tenían engañados.
Ahí está el Real Zaragoza,
una ruina de sociedad deportiva privada financiada con dinero público que ha
cogido en fuera de juego a quienes pensaban dar un gran pelotazo.
Se podría escribir de muchas más pero podría parecer demagogia.
Se podría escribir de muchas más pero podría parecer demagogia.
Si además se recortan los
servicios esenciales a la ciudadanía, más motivos para conocer las cuentas
públicas y en qué y cómo se mete y se gestiona el dinero en empresas privadas;
a donde van a parar las “perras”, comisiones, etc. No se puede justificar los
gastos sobre bases subjetivas sino sobre ejercicios contables, concretos.
Decir que retorna a la población mucho más de lo que se aporta sin concretar nada
o de que crea tantos o cuantos puestos de trabajo, es no decir nada. Eso está bien pero es solo publicidad.
La actitud del anterior
gobierno regional de no querer dar las cuentas de Motorland a los partidos
minoritarios de la oposición estuvo muy mal. El oscurantismo que existe, está
muy mal. ¿Cómo se podía decir que las cuentas estaban sujetas a confidencialidad? ¿Es que era secreto de
estado? ¿No reside la soberanía popular en los parlamentos?
En todo caso, la confidencialidad no excluye que los parlamentos
sepan las cuentas más ocultas, como sabemos por las películas norteamericanas;
pero aquí en España nos hemos inventado una confidencialidad
en la que “Roldan” se llevaba el
dinero en taleguillas y nunca más se supo porque el gobierno no está obligado,
en España, a explicar los gastos “confidenciales” de los “Fondos Reservados” ni a desclasificarlos (no guardan los papeles) hasta
el día del Juicio Final. Mismamente como hizo el Presidente del Tribunal
Supremo que no quería dar las cuentas a los miembros de su Junta porque habían
decidido por mayoría el no hacerlo. Vamos, que yo, si soy concejal de pueblo o
como miembro de mi comunidad de vecinos, no me quieren dar las cuentas porque
la mayoría decidió que no se sepa la contabilidad, la armo. Pero, ¿dónde hemos
estudiado democracia en este país?
Afortunadamente los funcionarios
de la DGA, dijeron que no hicieran el tonto siendo el hazmerreir de Europa si
la cosa iba a los tribunales y se tuvieron que dar las cuentas de Motorland. Pero hay
resistencia, y somos mal pensados, porque estamos obligados a serlo.
Ojalá Motorland sea una de
las excepciones (Que hay más de una y buenas), pero las cuentas claras y que
nadie se dé por aludido por qué hará el ridículo en estos tiempos tal y como
están saliendo las cosas. Yo, y creo que cada vez más gente, ya no ponemos la mano por
nada, pero lo que está bien hecho se revalorizara por diez o por veinte, y así
tendremos que reconocerlo. Por ejemplo, a este ayuntamiento de Samper le doy
bastante puntuación, en contra de algunos/as más críticos que servidor. Pero no
hay que tener miedo a la fiscalización y a la crítica; eso es ir a la
defensiva. El gobierno de Aragón debe ir a la ofensiva con lo de Motorland,
pero aclarando bien las cuentas y dejándonos
en ridículo a los amargados sociales como yo.
LAS CUENTAS SIEMPRE TIENEN QUE SER Y ESTAR CLARAS SEA CUAL SEA EL TEMA FISCALIZADO Y EL QUE SE LLEVE LO QUE NO ES SUYO O LO MALVERSE AL TALEGO
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