Fantasma de mujer retratada una noche loca de despedida de solteros cerca del pueblo |
En los enlaces a la
izquierda del blog, al final de todos ellos, tengo una entrada anunciando la
venta de una casa en el pueblo. Un comunicante, no anónimo, que me escribe a
través de los comentarios, me pregunta si es esa la casa en venta en la que se
aparece un fantasma. Le contesto que ya tenía noticia de apariciones
fantasmales en Samper pero no en la mía sino en otra cercana situada también en
la zona de la “Parroquia“. Para ver el debate sobre este tema en el foro del pueblo, pinchar aquí. Y aquí. (Es necesario estar registrado en el foro para poder entrar)
Es curioso; cuando compré la
casa de la calle de Las Fuentes número 12, más de uno y de una me dijo que
posiblemente los anteriores inquilinos se fueron por la existencia de
fantasmas. Por lo visto a algunas mentes de Samper no les cabe en la cabeza que
alguien venda su casa por motivos razonables y racionales.
Vistos en las Puertas Mayores ¿O eran mangritones? |
Los grandes genios y las
ideas geniales aparecen cuando se dan en armonía estas cualidades siempre
regidas por la razón, que es la cualidad del intelecto o “mente consciente” A
menudo, sin embargo, llamamos imaginación a lo que no es más que “fantasía”,
que es la contraparte en la “mente inferior o inconsciente” de la imaginación.
O algo así, que a veces me pierdo con la Filosofía Alejandrina. (...más información...)
No debemos tener miedo a los
fantasmas porque son incorpóreos y no pueden hacernos daño; tampoco los podemos
oír, aunque haya mucha literatura falaz sobre ruidos fantasmales o de duendes; ni
tocar, ni oler, y es muy difícil poder verlos, porque la materia etérea y
mental de la que están revestidos no la registra el ojo físico (corpóreo) de los vivos. Por
los mismos motivos ellos no pueden vernos y, aunque lo hicieran y por ejemplo
fueran parientes o amistades nuestras, no nos reconocerían. Eso es así porque
cuando una persona muere y deja este mundo, al perder (el ánima) el soporte mineral que la contenía y fallarle
el sistema vegetativo (energético) que vigorizaba ese cuerpo, se le descomponen
los archivos de la memoria (base de datos que tenemos en el ordenador de la
cabeza (celebro) y el difunto se vuelve amnésico, es decir pierde su memoria que es una condición imprescindible para no acordarse de este mundo en el que ya no tiene nada que hacer pues -esto lo decía Pitágoras y otros sabios de la antiguedad-, su espíritu o Ego se volvería loco.
Lo que mucha gente no sabe
es que los fantasmas solo pueden verse paralizando la parte consciente de la mente. Esto ocurre en situaciones
de gran perturbación síquica como
neurosis, paranoias, esquizofrenia o delirio; en estados alterados de
conciencia producidos por drogas, borracheras, trances espiritistas,
desdoblamiento de la personalidad, inducciones hipnóticas o en “lavados de cerebro”.
También en el sueño, en los ensueños. Pero en estos casos nunca podremos saber
a ciencia cierta si se trata realmente de fantasmas o son alucinaciones
producidas por una mente inductora, por un alocado “inconsciente” o un desorden
del “subconsciente”, que es el encargado, este último, de archivar al dormir en
la base de datos del celebro físico nuestras experiencias y aprendizajes del
día, como hace el ordenador cuando tenemos que apagarlo o guardarlo para que
registre en el disco duro la memoria provisional que hemos trabajado entre cabezada y cabezada.
Por eso, en situaciones de
vigilia lúcida o en un estado de cordura elemental, nunca podremos decir que
hemos visto a un fantasma, a la Virgen, a un santo o al demonio ¡Eso es materialmente
imposible! La parte intelectual de la mente, que es la que estamos
desarrollando la humanidad en la actual etapa de nuestra evolución, no lo
admite, o no lo debería admitir, pero siempre hay mentes rezagadas en la
evolución de la humanidad, aunque este criterio parezca un poco discriminatorio
o segregacionista.
Personalmente creo en los
fantasmas físicos o vivientes; de vez en cuando todos podemos tratar o ver a
algunos de ellos ya que se aparecen con frecuencia; pero ver fantasmas de
verdad, lo que se dice verlos, hay que esperarse a ser difunto y espectro como ellos, estar soñando
o haberse vuelto bastante loco.
Y no existen almas en pena ni demonios; eso fue un invento de sacerdotes incultos anteriores al cristianismo y que este se apropió con el tiempo también de la idea para aterrorizar y embaucar a la gente.
Y no existen almas en pena ni demonios; eso fue un invento de sacerdotes incultos anteriores al cristianismo y que este se apropió con el tiempo también de la idea para aterrorizar y embaucar a la gente.
Una entrada muy interesante. Claro que los fantasmas existen ¿y qué? los vivos son los malvados.La primera noche que pasé sola en mi casa después de fallecer mi esposo me preguntó una señora si había tenido miedo, ¿miedo a qué?
ResponderEliminarLas supersticiones anscestrales están firmemente arraígadas en los pueblos pero también en las capitales, forman parte de una enseñanza de siglos...
No he visto jamás un fantasma en el sentido literal pero puedo asegurar que los veo a diario vivitos y coleando.
Dominique, algunas enfermedades mentales se trasmiten por las hondas mentales y en Samper son endémicas. Hay que ir con cuidado no se nos aparezcan todos los muertos de la zona; además estamos cerca de Belchite donde se aparecen los combatientes de ambos lados y aquí ha habido guerras contra tus paisanos los franceses, carlistas: fusilados y represaliados de muchos bandos, etc.
EliminarMira llevo 19 años en Samper y nunca me he sentido rara ni he visto ningún fantasma. En BGelchite estuve varias veces y no puedo negar que se percibe una cierta sensación de malestar sabiendo la cantitad de muertos inocentes que hubo en este sitio, sé que existen cacofonías y hechos paranormales, Iker Jimenez lo ha estudiado a consciencia así como otros especialistas en estos fenómenos.
ResponderEliminarClaro que existe otra dimensión pero antetodo no debemos dejarnos sugestionar...
A ver, si por casualidad hubiese tenido un ser del más allá no creo que me lo hubiera temido y seguiría tan tranquila en mi casa.
Por cierto ignoraba este problema en Samper, es un tema merecedor de unos intercambios delante de un café. Creo también que hay un problema innegable de consanguinidad que no arreglan precisamentes los problemas mentales.
Mi abuelo decia que habia que tenerle mas miedo a los vivos que a los muertos.
ResponderEliminarY creo que tenia razon. De todos modos en esto, como en todo, hay gente que pensara una cosa y otros la contraria. Yo personalmente soy un esceptico, pero haberlas hailas, asi que dejemos a cada loco con su tema
Me encantaría ser una bruja, pero tengo que decir que no creo ni en dios ni en fantasmas. Que lástima, si creyera igual conseguía ser bruja.
ResponderEliminarYo también pensé eso, que a lo mejor los fantasmas existen pero no los podemos percibir por los sentidos. Es decir, si fuéramos sordos, pensaríamos que el sonido no existe. Así que, ¿Y si hay fantasmas rondando a sus anchas por ahí y nosotros simplemente no podemos percibirlos?
ResponderEliminarHay quien habla de un sexto sentido, así que si, en ocasiones podemos oír mejor de la cuenta, o ver cosas que los demás no pueden por cualquier circunstancia. Es cierto que parece inquietante pensar que ahora mismo detrás tuyo puede haber un fantasma observándote pero mientras no haga mas que mirar, no hay por que tenerles miedo. Las supersticiones no solo son eso, sino que son medios para atraer a turismo o manipular a la gente crédula.
Ademas, yo pienso que los fantasmas solo son una parte de nosotros, por lo que no piensan ni son conscientes de sus actos, y esta claro que cuando muramos nos moriremos y punto, y no volveremos a sentir, hablar o respirar. Simplemente dejaremos de existir, y puede que una parte de la que no somos conscientes se quede, pero si mueres y no acabas en fantasma ¡No te lleves una desilusión! Porque puede que no seas plenamente consciente de que una parte de ti sigue dando vueltas por ahi.