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En esta situación de crisis económica en la que nos encontramos, que es también social y política, vamos a tener que criticar mucho, sin duda, pero también deberíamos intentar esforzarnos en nuestros análisis críticos por huir de los lugares comunes y prejuicios que hemos ido acumulando y, que a veces, en vez de madurar en nuestro conocimiento de la realidad, nos conducen a la ofuscación.
Es difícil. Yo el primero que reconozco que soy sectario y, por lo tanto, poco objetivo a la hora de analizar los acontecimientos de la política cotidiana. Si estamos, además, en plena campaña electoral ni te cuento.
Me asombra la reacción de casi todos los partidos políticos de Aragón, de la prensa, de los sindicatos, etc., en relación a la desestimación por parte de la UE, de La travesía Central Pirenaica; menos El PSOE, que ha aceptado la decisión como la habrían aceptado los que ahora la critican. Como la han aceptados los camaradas o afines de los diferentes partidos en aquellas regiones o ciudades que se consideran ganadoras por el acuerdo.
Si se hace la línea por el centro del Pirineo, desaparecería la nuestra (Zaragoza a Tarragona) |
“Afrenta a Aragón”, “Aragón estrangulado”,-dicen otros- y nuestra nueva presidenta, con ardor guerrero, cual Agustina de Aragón, arenga: “hemos perdido la batalla pero no la Guerra”
Quizás La señora Rudi tenga razón cuando dice que las dos travesías (la que va por el País Vasco y Cataluña), se saturarán excesivamente y que lo ideal es que se hiciera también la travesía central. Pero eso es imposible; lo de la travesía central (por el Pirineo) es una quimera anterior a la crisis económica cuando todo el “monte era orégano” y todo parecía cuadrar; ahora no cuadra las cuentas. Y los pasos están hechos por los extremos, solo habrá que ensancharlos un poco. El túnel del Canfrán si que está hecho, pero parece que no iban por ahí los tiros, digo los trenes. Desconozco la razón. Debe ser que el tipo de tránsito vial de este trayecto no es el adecuado a estos ejes ferroviarios, o “Francia se cierra en banda”. Hay que tener en cuenta, también, que Francia tienen un concepto más civilizado y sostenible que España de lo que es el desarrollo turístico de la montaña.
De todas maneras, todavía no me creo del todo que se vayan a construir estos proyectos que se han aprobado; si tenemos en cuenta la decadencia en la que se halla inmersa la UE, todo esto de los corredores ferroviarios europeos me parece una película de ciencia ficción. Pero ojalá se haga. En medio de tanta mala noticia, es una buena noticia. Pero en Aragón ha caído como un jarro de Agua fría.
Como no soy un experto he intentado enterarme; así que he estudiado el mapa que aporta el Heraldo de Aragón sobre los ejes viales del futuro gran transporte por ferrocarril que deberán estar listos en 2030 y, la verdad, no veo yo, que a lo mejor soy corto de vista, que Aragón salga malparado. Es cierto que en vez de salir zumbados tozando de frente lo haremos por una de las astas; unos astas que comunican todo el corredor del Ebro aragonés con Cataluña, en Tarragona, para salir a Francia por Barcelona y Gerona (posiblemente dinamizando nuestra linea ferroviaria que de otra manera quedaría ya marginada del todo u obsoleta) y enlazando con el eje mediterráneo que viene desde Sevilla, Algeciras, Málaga, Granada, Almería, Cartagena, Murcia, Alicante, Castellón y Tarragona, y por la izquierda, con Navarra y el País vasco para salir por la costa atlántica, se mantiene el eje central aunque se para en Zaragoza (para ir por los laterales del corredor del Ebro, que vuelvo a decir no es nada malo para Zaragoza, la Ribera Alta, la Ribera Baja y el Bajo Aragón.
Y por Zaragoza y Teruel también a Levante. Huesca queda marginada pero también Cádiz, Huelva, Jaén, Cuenca, Santander, Ferrol, Logroño, Ciudad Real, Lugo, Zamora, Lérida, Cuenca, Soria, Segovia, Zamora…
No obstante, esta situación para mi es privilegiada, pues tenemos dos salidas a Francia cercanas y con todo el corredor del Ebro comunicado con las zonas más dinámicas de España; si no las hemos sabido aprovechar, pues ya tenemos aunque limitado este eje de transporte, poco importará que tengamos o no travesía a través del pirineo aragonés. Es de risa que los sindicatos empresariales, la Opel o las papeleras de Zaragoza digan que no serán empresas competitivas por dar un minúsculo rodeo en la era de las grandes velocidades. ¡Mucho más lejanas se siguen quedando la mayoría de las Ciudades españolas!
Unos dicen que una opción es más barata que otra y viceversa; también que es más ecológica una que otra y viceversa. Cada cual echa la suya y los que no entendemos (que somos la mayoría), nos dejamos llevar por afinidades y sobre todo por sentimientos que a veces son irracionales y cada vez más por ese aldeanismo exaltado que parece cobrar mayor fuerza entre los españoles; catalanes y vascos en primer lugar, pero a cuya mala cultura patriotera los aragoneses nos estamos metiendo también.
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Ahora desde las instituciones europeas nos han echado unos caramelos y como nuestros hermanicos mayores nos los quitan de la manos, nos ponemos a llorar como niños, que eso es lo que somos; un poco niños todavía. Y al Bajo Aragón nos favorece; lo contrario habría sido la puntilla definitiva a nuestra historia ferroviaria.
Quien quiera conocer más; una opinión interesante sobre el tema de Luis Granell
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