Parece que la UE ya apuesta
por autorizar a Santa Claus y Papá Noel para que realicen las entregas, pero
sin aglomeraciones, besos a los niños, etc. Aun así, deberán portar mascarilla
y limitarse a entregar los juguetes por la “chaminera” o, quienes no la tienen,
dejarlos en el balcón como se hacía tradicionalmente.
Los países del sur de Europa, sobre todo España, se han quejado porque en las conversaciones no se incluyen a los Reyes Magos, lo que demuestra un desprecio a los países del sur. El Papa se ha unido a estas quejas y se espera que se incluya a los Reyes Magos también, aunque dicen, las autoridades comunitarias, que ellos por si solo son tres y además uno caucasiano pero persa, y otro negro-abisinio; esto encarece mucho las entregas teniendo en cuenta que para Navidad, en los países católicos, ya se han entregados la mitad de los regalos por Papa Noel y Santa Claus; hacerlo otro día también y por tres personas (Magos, eso sí), supone un gasto difícil de asumir. Los Reyes magos también están afectados por la crisis y por primera vez desde hace mucho tiempo no van sobrados.
La derecha en España exige a Pedro Sánchez que nos defienda en Europa y no haga dejación de funciones frente a los protestantes y gabachos. El portavoz del gobierno, Simón, ha dicho que comprende el cabreo de la gente si por fin no se logra introducir a los Reyes; sobre todo comprende el enfado de los abuelos que son los que más quieren que se entreguen el seis de enero. De todas maneras, recomienda, Simón, que las niñas y niños les escriban como se ha hecho siempre (por si acaso), que no cree que se contagien, y les digan a sus padres que les pongan gasolina en los balcones (nada de cebada que ya no vienen en camellos o caballos).
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