“Cuando a los 30
años consideré que ya estaba suficientemente formada puse todo lo aprendido al
servicio de reivindicar la validez y la actualidad de nuestra cultura ante la
apisonadora anglosajona”
“A mí no se me pone nada por delante” dice Carmen París cuando habla con su público. Talento,
curiosidad, ganas de aprender y experimentar y valentía para sacarlo adelante.
Si no hubiera sido así no se habría lanzado a mezclar la tradición jotera con
todas las músicas del mundo, ritmos cubanos, brasileños, música andalusí, jazz,
flamenco, chotis, cha-cha-chá, cuplé, tango... Mestizaje y eclecticismo sin
fronteras que ha llevado a muchos rincones del mundo demostrando que en España
hay más música que el flamenco. Toda una embajadora de la neo-jota, si se la
puede llamar así.
Esta zaragozana, nacida
en Tarragona, lleva cantando al público desde niña. El primero que se
impresionó con su voz fue un cura que la incorporó al coro de la Iglesia, y ahí
la fichó el grupo con el que empezó a recorrer los pueblos de España en
verbenas. Giras, teatro, más grupos, más estilos musicales. Hace más de tres
décadas de aquello. Carmen compone, canta, toca el piano, vuelca todo lo
aprendido e investigado y en 2002 se lanza en solitario con su primer disco.
“Pa mi genio”. Vende 40.000 copias. Luego vendría “Jotera lo serás tu” (2005),
“Incubando” (2008), compuesto en La Habana, “Ejazz con Jota” (2013).
Actualizar, mezclar e innovar ha sido su empeño. Trabajo intenso y reconocido:
En 2014 recibe el Premio Nacional de Músicas Actuales ”por sus cualidades
musicales y arrolladora personalidad y por su capacidad de innovar y regenerar
la música lírica tradicional”.
EL MONO AZUL:
Dicen de ti que eres la artista española más inclasificable. ¿Cómo defines tu
música?
CARMEN PARÍS:
Podríamos decir que es música universal con carácter aragonés y por tanto
ibérico pues la jota es el único género musical común a todos los pueblos de la
Península Ibérica lo que incluye a Portugal donde se llama "gota".
E.M.A.: Cuéntanos
por qué dices que la jota es la madre del cordero, que primero se hizo inventó
la jota y luego vino el resto.
C.P.: Ja, ja,
durante años lo he dicho como una broma porque históricamente se tienen
noticias de jotas desde el siglo XVII al menos y por tanto su aparición es
anterior al flamenco, al jazz, al rock, al pop, etc pero desde que hace un par
de años estoy recopilando las jotas que hay en el mundo que aún se llaman así,
estoy descubriendo también su influencia en otros géneros, ya mestizos, como
las jaranas en Méjico o la cueca en Chile y Argentina. Es decir, que lo que he
estado haciendo en mis canciones ya sucedió en la historia y fructificó en más
músicas. Pero aparte de esto, resulta que, para más sincronía, hay una jota
llamada "La madre del cordero" (Gerónimo Jiménez, 1893) que se baila
tanto en Méjico como en Filipinas aunque de manera bien diferente, es
fascinante.
E.M.A.: Zaragoza
ha dado muchos músicos, cada uno con un perfil muy diferente. Pero el tuyo es
único, ¿por qué apostaste por la jota?
C.P.: Como bien
dices somos cada uno de un perfil los artistas aragoneses pero todos muy
influidos por la música anglosajona, excepto Labordeta. Tras dejar el
Conservatorio y el Teatro Lírico de Zaragoza yo me movía principalmente con los
músicos de jazz, aunque también colaboraba con los de tributo a Los Beatles, con
los de funky, rythm&blues, o con los de rock. Luego vino la música
hispanoamericana a Zaragoza con cubanos, uruguayos y argentinos y
colaboraciones para el folclore aragonés y para el teatro y la danza, así que
cuando consideré a los 30 años que ya estaba suficientemente formada no solo
como intérprete, sino también como autora de letras, de músicas y de arreglos
para hacer una propuesta personal, puse todo lo aprendido al servicio de
reivindicar la validez y la actualidad de nuestra cultura ante la apisonadora
anglosajona. Crecí cerca de la base aérea militar norteamericana de Zaragoza y
en el bar familiar en el que trabajaba les puse muchas hamburguesas, helados,
coca-colas y cafés con leche a hijos de militares y a sus padres, algunos
excombatientes del Vietnam. Yo observaba su influencia en nosotros pero ellos,
la mayoría, se iban sin saber nada del idioma o del país donde habían vivido 4
años o más.
Fue una gesta
heroica no solo que Warner comprara un disco "de jotas", algo que
muchos no creían posible, sino haber conseguido hacer, después, como
independiente, lo que estando en Warner fue imposible, un disco de jazz con
jotas con la orquesta de profesores de la Berklee de Boston en la cual soñé de
joven poder seguir estudiando música más moderna que en el Conservatorio;
aunque no conseguí el dinero necesario entonces, más tarde conseguí que sus
profesores tocaran jotas.
E.M.A.: Tu último
trabajo, “Dos medinas blancas”, con la marroquí Nabyla Maan, es un
puente a la multiculturalidad. “Yo vengo a cantarle a un tiempo que aunque
parezca lejano albergó la convivencia, fue luz del saber humano…. El cruce de
muchos pueblos que modelaron tu identidad”. ¿Qué papel debe desempeñar la
cultura en estos tiempos de nacionalismos, cierre de fronteras y rechazo al inmigrante?
C.P.: Primero
considero que el movimiento se demuestra andando, no solo en el discurso, ahí
está "Dos medinas blancas" que no es un disco
"multicultural" sino uno donde se entrelazan sin diluirse dos
culturas diferentes pero hermanas. También está en el disco mi canción
"Rompiendo la hora" de 2004 donde antes de que existieran las guerras
a su alrededor que están anegando el Mediterráneo escribí en ella sobre
Palestina "la herida que anega el Mediterráneo".
Yo no creo en la
polarización de o ser "multicultural" o ser
"anti-inmigrantes" y que no haya más posibilidades de abordar el
drama humano del Mediterráneo generado por las guerras de USRAEL con apoyo de
Europa, los Golfos del Pérsico, sus mercenarios de "Isis" y otras
siglas varias y el expolio de los recursos tanto en África como en el Oriente
Próximo, Medio y Lejano, aprovechado esto por mafias para hacer negocio con el
tráfico humano.
En mi casa
familiar siempre se acogió a gente de diferentes países y culturas. Luego en la
mía propia también. He hermanado culturas a través de mi música, mis vecinos
actuales son rumanos, ecuatorianos, marroquíes, siempre he vivido entre o con
inmigrantes. Es una manipulación reducir la cuestión a "inmigrantes sí o
no", sin decir ni pío ni de las máquinas que hacen que la gente tenga que
emigrar en masa de sus países, sin decir ni pío de las agendas de la ONU y
demás siglas supranacionales y corporaciones, ni de qué va el "Pacto de
inmigración" que han firmado tantos países, ni tantas cosas de las que no
se habla con el enfoque "sí o no" sin más.
Ni se pueden
cerrar las fronteras a las consecuencias de lo que han apoyado nuestros
gobiernos, ni se puede asumir un ingreso en masa porque hunde los sueldos y las
prestaciones en los países receptores y por tanto se producen auges de
nacionalismos. Es una reacción comprensible que los ingenieros sociales que nos
manejan saben que se va a producir. Las políticas de inmigración de la agenda
global son solo una de las múltiples herramientas para desmontar los
estados-nación.
E.M.A.:
Aprovechando que estamos en un espacio reivindicativo, ¿qué reivindicarías en
política cultural, y en la musical en particular, para poder trabajar y vivir
fuera de los moldes comerciales?
C.P.: Pues te
puedo decir que desde 2010 que dejé Warner -que no hicieron nada por
proyectarme fuera- hasta hoy, ha sido gracias a las ayudas para gira en el
extranjero del Instituto Nacional de Artes Escénicas y Musicales (INAEM) y
también al Instituto Cervantes que he hecho gira por el mundo. Las cuatro veces
que las he pedido en estos años, me las han concedido, estuviera en el gobierno
la izquierda o la derecha, todo hay que decirlo. Este año, además, he entrado
en el catálogo de la Agencia Española de Cooperación Internacional así que en
octubre, si no explota el mundo antes, cantaré en La Habana, en República
Dominicana, Miami, Jamaica y Méjico. Mi primera gira caribeña cuando cumplo 35
años sobre los escenarios, no está mal, las cosas tardan más en lograrse cuando
no entras en los moldes establecidos. Sin estas ayudas, como independiente, no
podría llevar dos músicos ni ir a tantos países.
No hay comentarios:
Publicar un comentario