jueves, 26 de septiembre de 2019

Enlaces amigos. Carmen París: "La jota es el único género musical común a todos los pueblos de la Península Ibérica".


Cuando a los 30 años consideré que ya estaba suficientemente formada puse todo lo aprendido al servicio de reivindicar la validez y la actualidad de nuestra cultura ante la apisonadora anglosajona”
 “A mí no se me pone nada por delante” dice Carmen París cuando habla con su público. Talento, curiosidad, ganas de aprender y experimentar y valentía para sacarlo adelante. Si no hubiera sido así no se habría lanzado a mezclar la tradición jotera con todas las músicas del mundo, ritmos cubanos, brasileños, música andalusí, jazz, flamenco, chotis, cha-cha-chá, cuplé, tango... Mestizaje y eclecticismo sin fronteras que ha llevado a muchos rincones del mundo demostrando que en España hay más música que el flamenco. Toda una embajadora de la neo-jota, si se la puede llamar así.

Esta zaragozana, nacida en Tarragona, lleva cantando al público desde niña. El primero que se impresionó con su voz fue un cura que la incorporó al coro de la Iglesia, y ahí la fichó el grupo con el que empezó a recorrer los pueblos de España en verbenas. Giras, teatro, más grupos, más estilos musicales. Hace más de tres décadas de aquello. Carmen compone, canta, toca el piano, vuelca todo lo aprendido e investigado y en 2002 se lanza en solitario con su primer disco. “Pa mi genio”. Vende 40.000 copias. Luego vendría “Jotera lo serás tu” (2005), “Incubando” (2008), compuesto en La Habana, “Ejazz con Jota” (2013). Actualizar, mezclar e innovar ha sido su empeño. Trabajo intenso y reconocido: En 2014 recibe el Premio Nacional de Músicas Actuales ”por sus cualidades musicales y arrolladora personalidad y por su capacidad de innovar y regenerar la música lírica tradicional”.
EL MONO AZUL: Dicen de ti que eres la artista española más inclasificable. ¿Cómo defines tu música?
CARMEN PARÍS: Podríamos decir que es música universal con carácter aragonés y por tanto ibérico pues la jota es el único género musical común a todos los pueblos de la Península Ibérica lo que incluye a Portugal donde se llama "gota".
E.M.A.: Cuéntanos por qué dices que la jota es la madre del cordero, que primero se hizo inventó la jota y luego vino el resto.
C.P.: Ja, ja, durante años lo he dicho como una broma porque históricamente se tienen noticias de jotas desde el siglo XVII al menos y por tanto su aparición es anterior al flamenco, al jazz, al rock, al pop, etc pero desde que hace un par de años estoy recopilando las jotas que hay en el mundo que aún se llaman así, estoy descubriendo también su influencia en otros géneros, ya mestizos, como las jaranas en Méjico o la cueca en Chile y Argentina. Es decir, que lo que he estado haciendo en mis canciones ya sucedió en la historia y fructificó en más músicas. Pero aparte de esto, resulta que, para más sincronía, hay una jota llamada "La madre del cordero" (Gerónimo Jiménez, 1893) que se baila tanto en Méjico como en Filipinas aunque de manera bien diferente, es fascinante.
E.M.A.: Zaragoza ha dado muchos músicos, cada uno con un perfil muy diferente. Pero el tuyo es único, ¿por qué apostaste por la jota?
C.P.: Como bien dices somos cada uno de un perfil los artistas aragoneses pero todos muy influidos por la música anglosajona, excepto Labordeta. Tras dejar el Conservatorio y el Teatro Lírico de Zaragoza yo me movía principalmente con los músicos de jazz, aunque también colaboraba con los de tributo a Los Beatles, con los de funky, rythm&blues, o con los de rock. Luego vino la música hispanoamericana a Zaragoza con cubanos, uruguayos y argentinos y colaboraciones para el folclore aragonés y para el teatro y la danza, así que cuando consideré a los 30 años que ya estaba suficientemente formada no solo como intérprete, sino también como autora de letras, de músicas y de arreglos para hacer una propuesta personal, puse todo lo aprendido al servicio de reivindicar la validez y la actualidad de nuestra cultura ante la apisonadora anglosajona. Crecí cerca de la base aérea militar norteamericana de Zaragoza y en el bar familiar en el que trabajaba les puse muchas hamburguesas, helados, coca-colas y cafés con leche a hijos de militares y a sus padres, algunos excombatientes del Vietnam. Yo observaba su influencia en nosotros pero ellos, la mayoría, se iban sin saber nada del idioma o del país donde habían vivido 4 años o más.
Fue una gesta heroica no solo que Warner comprara un disco "de jotas", algo que muchos no creían posible, sino haber conseguido hacer, después, como independiente, lo que estando en Warner fue imposible, un disco de jazz con jotas con la orquesta de profesores de la Berklee de Boston en la cual soñé de joven poder seguir estudiando música más moderna que en el Conservatorio; aunque no conseguí el dinero necesario entonces, más tarde conseguí que sus profesores tocaran jotas.
E.M.A.: Tu último trabajo, “Dos medinas blancas”, con la marroquí Nabyla Maan, es un puente a la multiculturalidad. “Yo vengo a cantarle a un tiempo que aunque parezca lejano albergó la convivencia, fue luz del saber humano…. El cruce de muchos pueblos que modelaron tu identidad”. ¿Qué papel debe desempeñar la cultura en estos tiempos de nacionalismos, cierre de fronteras y rechazo al inmigrante?
C.P.: Primero considero que el movimiento se demuestra andando, no solo en el discurso, ahí está "Dos medinas blancas" que no es un disco "multicultural" sino uno donde se entrelazan sin diluirse dos culturas diferentes pero hermanas. También está en el disco mi canción "Rompiendo la hora" de 2004 donde antes de que existieran las guerras a su alrededor que están anegando el Mediterráneo escribí en ella sobre Palestina "la herida que anega el Mediterráneo".
Yo no creo en la polarización de o ser "multicultural" o ser "anti-inmigrantes" y que no haya más posibilidades de abordar el drama humano del Mediterráneo generado por las guerras de USRAEL con apoyo de Europa, los Golfos del Pérsico, sus mercenarios de "Isis" y otras siglas varias y el expolio de los recursos tanto en África como en el Oriente Próximo, Medio y Lejano, aprovechado esto por mafias para hacer negocio con el tráfico humano.
En mi casa familiar siempre se acogió a gente de diferentes países y culturas. Luego en la mía propia también. He hermanado culturas a través de mi música, mis vecinos actuales son rumanos, ecuatorianos, marroquíes, siempre he vivido entre o con inmigrantes. Es una manipulación reducir la cuestión a "inmigrantes sí o no", sin decir ni pío ni de las máquinas que hacen que la gente tenga que emigrar en masa de sus países, sin decir ni pío de las agendas de la ONU y demás siglas supranacionales y corporaciones, ni de qué va el "Pacto de inmigración" que han firmado tantos países, ni tantas cosas de las que no se habla con el enfoque "sí o no" sin más.
Ni se pueden cerrar las fronteras a las consecuencias de lo que han apoyado nuestros gobiernos, ni se puede asumir un ingreso en masa porque hunde los sueldos y las prestaciones en los países receptores y por tanto se producen auges de nacionalismos. Es una reacción comprensible que los ingenieros sociales que nos manejan saben que se va a producir. Las políticas de inmigración de la agenda global son solo una de las múltiples herramientas para desmontar los estados-nación.
E.M.A.: Aprovechando que estamos en un espacio reivindicativo, ¿qué reivindicarías en política cultural, y en la musical en particular, para poder trabajar y vivir fuera de los moldes comerciales?
C.P.: Pues te puedo decir que desde 2010 que dejé Warner -que no hicieron nada por proyectarme fuera- hasta hoy, ha sido gracias a las ayudas para gira en el extranjero del Instituto Nacional de Artes Escénicas y Musicales (INAEM) y también al Instituto Cervantes que he hecho gira por el mundo. Las cuatro veces que las he pedido en estos años, me las han concedido, estuviera en el gobierno la izquierda o la derecha, todo hay que decirlo. Este año, además, he entrado en el catálogo de la Agencia Española de Cooperación Internacional así que en octubre, si no explota el mundo antes, cantaré en La Habana, en República Dominicana, Miami, Jamaica y Méjico. Mi primera gira caribeña cuando cumplo 35 años sobre los escenarios, no está mal, las cosas tardan más en lograrse cuando no entras en los moldes establecidos. Sin estas ayudas, como independiente, no podría llevar dos músicos ni ir a tantos países.

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