Un día que estábamos merendando en la Cueva del Habanero, el duende de
los caños y de las cañas nos contó una anécdota que se había dado en el plano
elemental en el que el reside: resulta que los diferentes órganos del cuerpo de
nuestra especie se reunieron para resolver y concretar cual de dichos órganos
debería presidir el gobierno del cuerpo físico de las personas humanas.
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Autor: J. Antonio Espés Sevil |
Se hizo una rueda empezando por el cerebro; este se postuló como el
mejor candidato, pues “el cerebro
-decía- debería ostentar la presidencia ya que es el órgano pensante y
el que alberga el intelecto y la
conciencia”. “Nada de eso” -dijo
el corazón-, “soy yo quien alberga los sentimientos, el amor, la caridad y la simpatía".
“Ni hablar -dijo el hígado-, las emociones y la química es mi tarea y por
lo tanto quien debe gobernar”.
Saltaron los riñones: “sin mí no aguantareis
porque soy quien depura las cañerías”.
Así uno tras otro, como los testículos, que dijo: “aquí lo que hace falta son cojones y para eso no hace falta ningún otro
órgano más que güevos, y eso solo los tengo yo”; todo eso hasta que, apartada
en un rincón, como marginada, habló alguien con autoridad: “Si yo no os dejo, os moriréis
de asco; así que si queréis aguantar y vivir eternamente me tenéis que dejar gobernar en un continuo
chantaje. Vosotros sabréis”. ¡Y tú quién
eres, le preguntaron todos! ¡yo soy la mierda! -contestó-; “yo controlo las cloacas del cuerpo humano,
ni el riñón, ni los testículos, ni ningún otro órgano me puede evitar si yo me
restriño”.
Abrumados y cariacontecidos tuvieron que claudicar: “pues que gobierne la mierda” -resolvieron-.
Así que desde entonces nos está gobernando la mierda.
Una buena analogía con la situación política del país.La palabra mierda, auténtica como es,eclipsa al mensaje.El señor del Blog seguramente ha pensado en la misma dirección y por eso ha introducido un término mas suave en el título.....
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