sábado, 14 de enero de 2017

Narrativa. Aprovechamiento Tradicional del Agua de Riego en Samper de Calanda (II).

LA HUERTA DE SAMPER DE CALANDA
CONDICIONANTES Y ANTECEDENTES
Por Miguel García Fandos

Samper de Calanda y la huerta que ha hecho posible su existencia, está situado en la parte baja de la cuenca del río Martín, río que además de tener caudales muy irregulares y escasos sobre todo en verano, ha estado sometido por poblaciones situadas aguas arriba a un aprovechamiento del agua para el riego, todo lo exahustivo que ha estado a su alcance. Vamos, que si a Samper, o por mejor decir a las azudes que desvían el agua del río para regar en Samper, ha llegado agua, ha sido por que los de arriba no han podido aprovecharla.


          Para entender el sistema de riegos del Bajo Martín hay que tener en cuenta que aunque en sus períodos más secos, el azud de una acequia tome toda el agua del río, cientos de metros más abajo el río se realimenta con pequeños caudales que proporcionan manantiales del propio río y, esto es muy importante en estos sistemas de riego tradicionales, por las “agotaduras” de los regadíos de arriba, el agua que por la imperfección de los sistemas de riegos se escapa de los “paraderos”, que sobra o que mas o menos rápidamente se filtra de las parcelas, aguas que lógicamente realimentan otras acequias aguas abajo o al propio río. Las agotaduras han sido muy importantes en estos regadíos tradicionales, buena parte de la complejidad del sistema de riegos de Samper, estriba en las medidas tomadas para optimizar el aprovechamiento de esas agotaduras.

          Esto explica que en los aproximadamente 6 Km. de río que separan el azud de la acequia Vieja en Híjar, hasta el puente de la Torica en Samper, nos encontramos otros tantos azudes que más que extraer, exprimen, el agua del río para alimentar acequias más o menos grandes a las dos orillas del mismo:
-Por la derecha, la acequia Vieja, que es la más importante de las acequias que riegan en Samper de Calanda.
-Por la izquierda, la de Pompeya, que también recoge las agotaduras de la acequia de Gaén en Hijar
-Por la derecha, la Acequieta, que recibe las agotaduras de la acequia Vieja.
-Por la izquierda, la acequia del Rey, que recibe la agotaduras de la de Pompeya.
-Por al izquierda la de Jatiel, que recibe agotaduras de las acequias del Rey y Pompeya
-Por la derecha, la hijuela de la Dovería. (Como ya se ha dicho, esta pequeña acequia con su azud se dejaron perder con la puesta en servicio del pantano de Cueva Foradada)
-Por la derecha, la hijuela del Camino de Zaragoza que recibe las agotaduras de
la Acequieta.
Todas ellas en ocasiones, llegaban a desviar el agua del río10 que se había realimentado desde el azud de la acequia anterior, y por supuesto recoger las agotaduras de las acequias de arriba.
Evidentemente, nuestros antepasados no habían dejado de aprovechar al máximo, con los recursos técnicos que ellos tenían, las posibilidades de riegos con el agua del río Martín. Se puede observar el esfuerzo que se ha hecho, para ampliar la zona regable en los añadidos y caños2 de Pompeya, a la izquierda del río, o en las Paradas Altas del la acequia Vieja a la derecha, que como se ha dicho, y veremos más adelante tenían un derecho de riego restringido. Y por supuesto, al mismo tiempo que se ampliaba la zona regable, no se descuidaba el mantenimiento de las hijuelas, pequeñas acequias que con lo que pudiera manar en el río y las agotaduras de la huerta de arriba, aseguraban el riego frecuente a las valiosas parcelas, siempre contiguas al río, a las que podía llevarse el agua de la hijuela. Estas tierras de “agua segura”, en las que poder regar a voluntad sin necesidad de esperar adores que tardaban en llegar, eran la plenitud de la huerta de Samper.
Naturalmente dentro de las zonas regables, que se habían ampliado a lo largo de siglos, había grandes diferencias en la calidad de la tierra como en la posibilidad de disponer de agua de riego, de hecho, el agua razonablemente asegurada para el riego solamente lo tenían las tierras más próximas al río, en el resto, el riego estaría limitado a los cultivos de invierno y a algún riego de verano si la climatología acompañaba. Así, en la huerta alta3, que además de tener el riego más difícil son tierras de peor calidad, el cultivo principal ha sido el olivo, que aguanta en el secano, y siempre agradece que se le de algún riego. De hecho en esa la huerta alta, de riego difícil, los olivos solían estar en los ribazos o muy claros en el campo, lo que permitía cultivar también, en la misma parcela, cereales de invierno, o incluso cultivos de verano en años buenos. Por el contrario, los preciados sotos4, de más fácil riego y mejor tierra, se dedicaban preferentemente a patatas, frutas y hortalizas destinadas al consumo humano.
Los mayores recordaran lo que fue la huerta en su plenitud, que yo señalaría entre los años 1930 y 1960, con el paréntesis de la guerra civil y de la posguera que afectó a todos y a todo. En 1930 entró en servicio el pantano de Oliete5 que amplió muy considerablemente la posibilidad de dar más riegos de verano, permitiendo más abundantes y variadas cosechas. En 1960 ya se mostraba irreversible la mecanización agraria , la devaluación de la agricultura y la emigración de los pueblos a las ciudades.
Viendo la huerta actual, o mejor imaginando lo que fue la huerta de Samper de Calanda en su plenitud, uno no puede dejar de plantearse cuales fueron los orígenes, cuándo y por dónde se empezó a regar en lo que hoy es Samper de Calanda. Es tradición que los riegos de la otra parte del río, de la acequia de Pompeya son más antiguos que los de la acequia Vieja.

“... la acequia de Pompea. Dice Pasamán que, según contaban los abuelos, esta acequia era la más antigua de todas (de tiempos de los moros), y por los datos que manejo, tenían razón.”6

De cualquier manera está acreditado que esa referencia al “tiempo de los moros”, se usa en esta tierra para señalar que una cosa es lo más antiguo que se concibe. Así, no muy lejos de Samper de Calanda, en Fabara, está la que llamaban “Casa de los Moros” que resultó ser un mausoleo romano, o sea, muy anterior a “los moros”. Lo mismo puede decirse de la “Pared de los Moros” en Muniesa, que también está acreditada como una presa romana.
Otro autor alude al posible origen romano del nombre de “Pompeya” que además de ser el nombre de una acequia es el nombre de un yacimiento íbero parcialmente investigado.

“De entonces debe venir el nombre de Pompeya en Samper (que citamos arriba), como otras fundaciones que hizo en España e.g. Pompilona> Pamplona, el gran Pompeyo; si bien la cerámica del yacimiento de Pompeya debe ser anterior. Pudo bien sobre sus ruinas anteriores fundar Pompeya a la que diera su nombre.”7

No podré asegurar cual sería el origen de los riegos en Samper de Calanda, pero obras hidraúlicas dejaron los romanos en nuestro entorno de más enjundia que la acequia de Pompeya, como la presa de Almonacid de la Cuba. Viendo la orografía del terreno, que no creo que haya cambiado mucho en los dos milenios últimos, está claro que debió ser más fácil construir la acequia de Pompeya, a la izquierda del río, que la acequia Vieja a la derecha, que necesita de dos caños para atravesar sendos cabezos antes de llegar a Samper. También es verdad que el esfuerzo necesario para construir la acequia Vieja fue rentable puesto que se puede regar muchísima más superficie de la que riega la acequia de Pompeya. Según se lee en al art. nº 35 de las Ordenanzas, 600 Has. se riegan en la parte derecha, por 33 Has. en la otra parte del río.

La referencia histórica más antigua que encuentro de los riegos de Samper de Calanda es la que aparece en el capítulo preliminar de las Ordenanzas de Riego:

“Las aguas del Río Martín (...) desde el puente de la carretera de Híjar pertenecen en propiedad y dominio pleno a la Villa de Samper de Calanda mediente justos y legíitimos títulos que el derecho reconoce como son, la Escritura convenio celebrado entre la Villa de Híjar y esta de Samper en el año 1479, otra celebrada en 1312 (...) además de otros documentos antiquísimos que obran escritos en pergamino en la Alcaldía de Samper.”
No se si esos documentos antiquísismos citados se conservan aún, ni cual es el contenido de los mismos.

                 Próxima entrega:

                 RED DE RIEGOS


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