jueves, 5 de mayo de 2016

Narrativa. El duende de los caños y de las cañas se nos va de turista.

Estaba haciendo faenas de conservación y mantenimiento en el interior de mi cueva, ya era tarde y  casi el sol puesto cuando de repente siento un estrapalucio de los gatos que tengo por casa, aullidos y pelos de punta, corrían como alma que lleva el diablo, qué bufidos daban.  Yo pensaba que me había dejado la puerta abierta y que los encorría algún perro de los que salen a pasear y a hacer “sus cosas”, pero de repente escuche un “Hola Habanero” y me quede más tranquilo, mis gatos habían intuido al Duende.

H.-    Hola Duende. Cuanto tiempo sin saber de ti, desde la primavera no habías venido por casa, ya pensaba que te había dau un patatus.  
D.-    Calla anda, calla. Casi todos los días te barrunto cuando entro o salgo del caño y me refresco bajo la morera que por cierto, se está haciendo muy maja, te veo tabaneando  con la masadora, la sierra y las demás herramientas que tienes por ahí; también veo entrar gente que no conozco y otra que me suenan sus caras.  Parecen buena gente.
H.-    Pues claro, todos somos buena gente mientras no nos pisen el callo o nos metan el dedo en el ojo todo va bien y correcto. Ha venido el amigo Emilio el Feliciano que además de entender de obras escribe poemas y letras de jotas; últimamente se atreve a cantarlas. Nos echamos un tinto de Samper y unos tacos de longaniza de la Rosita.
También ha bajado Guillermo Lázaro el de la estación, él escribe sobre trenes y estaciones, está muy documentado y le pone mucha afición y sentimiento en el tema.
D.-    A Guillermo no lo había visto nunca por aquí, jajaja.
Cuando más me divierto es cuando te espanto a los gatos en un par de días no se te arriman (cuando me barruntan), el que me plantaba cara era uno que tenías tuerto, ese me barruntaba pero no se marchaba ni salía bufando, (ahora no lo barrunto, las ha debido de espichar).
Oye, ya siento meterme con tus gatos, pero son los únicos que no me dejan en paz ni tranquilo y cuando están en celo vaya bulla meten… sobre todo en enero y febrero.
H.-    Cada vez me sorprendes más Duende, resulta que hay gente que se gasta mucha pasta para ir a ver y sentir las berreas de los ciervos y las cabras montesas en el otoño al Pirineo (Huesca), las sierras de Cameros (La Rioja), Los Picos de Urbión (Soria), El Moncayo (Zaragoza), Albarracín y el Maestrazgo (Teruel) y tú que lo tienes gratis y en la puerta de tu casa te sabe malo (no sé por qué pero tienes que ser un poco raro y quiquilloso), aunque también es verdad que siempre protestamos de lo que tenemos más cerca.
Hablando de todo un poco, me dijiste la última vez que te ibas a ir “de vacaciones o de turista” con otros de los tuyos de Zaragoza, a la playa de la zona de Tortosa y del Delta.
Perdona, ¿te apetece un vino de Samper o longaniza?
D.-    No gracias, no lo gasto.
Por eso me he dejado caer este año y he hecho lo que más.  He estado en la costa y en el Pilar ha sido una campaña de vacaciones redonda.  A mi jarcia, los tengo un poco mosqueados y algo rebotaus porque dicen que rondo mucho y me meto en retolicas que no me importan, hombre, algo de razón tienen pero es que si no le ponemos un poco de sal y pimienta a la comida siempre está sosa y jauda, por eso te voy a contar para que lo cuentas en el Palillero de Chuel, bueno Samperpalillero.
En la Costa: ya sabes que lo que más me gusta es conocer el terreno, sus gentes y como viven en sus entornos.  Salí temprano y se me hizo de día estando entre Chiprana y Caspe; casi no conocía aquello porque han hecho muchas plantaciones de frutales y un embalse muy grande “el de Mequinenza” o también llamado “las Playas de Chacón o Mar de Caspe”;   en Tarragona, muchas empresas, grandes fábricas y una con una chaminera muy alta, les pregunté y me dijeron que era la central Nuclear de Asco. Después de pasarla empieza un olor y una temperatura más agradable, también pregunté (ya sabes que yo pregunto todo) a qué era debido y me dijeron que el olor es del azahar de los naranjeros y sobre todo de los mandarinos que posiblemente junto con los de la zona de Castellón, son las mejores mandarinas del mundo mundial; y la temperatura, a que está el mar cerca y la cantidad de agua dulce de los arrozales del Delta del Ebro.
Llegando a Tortosa, me pasee por “la vía verde de la Torica” que la han hecho lo que llaman ahora una vía verde para andarines y bicicleteros, también vi una “gran azud” que casi seca el Ebro dando agua a dos canales, uno lo llaman de la Izquierda y el otro de la Derecha; cada uno tiene casi 2 metros de hondo y 4 metros de ancho. Cada acequia es casi como cuatro veces la de Gaén (para que luego digan que no tienen agua), son unos ¡!!!  Embusteros, embusteros y embusteros!!!,   aquí no nos dejan tocar ni un litro y ellos allí la sobrante de las acequias, la tiran al mar después de pasar San Jaime de Esvenja.
Aquello Habanero es muy majo, en Tortosa está el castillo de la Zuda del tiempo de los moros y su gran catedral, no había visto obras tan grandes hechas por vosotros los humanos.  Los arrozales, los mandarineros… vaya paisajes! Pero por las noches a veces rondan los mosquitos que te encienden.
Nos reunimos en la Isla de Buda en el centro del Delta, nos juntamos todo el “Duenderío”, nuestras familias y los entornos, los mayores nos iban presentando y nos decían el parentesco que nos unía, fue muy emocionante y respetuoso entre todos nosotros; el entendimiento era total entre castellano, catalán, tortosí y chapurriat; pero como “en todas casas cuecen habas” no faltaron una parvada de mamarrachos y botarates que empezaron a meterse con los que hablaban o parlaban de otra manera y enseguida la autoridad de los mayores se puso sobre el tapete y se impuso la disciplina; porque yo, Habanero, soy de los que pienso que la “disciplina” no es “dictadura” le pese a quien le pese; y he de reconocer que aquello a muchos nos dejó un sabor como el de una almendra amarga, porque todos somos parientes y familias (como las hadas y vosotros los humanos).
Oye Habanero, vosotros los de Samper estáis en todos los lados, por aquí sentí hablar de una poetisa que hace poemas en catalán y castellano que desciende de Samper.
H.-    Si, se llama Gloria Fandos, y es amiga de mi hermanica la pequeña, tiene varios libros de poesías.
D.-    Por lo demás, fue extraordinaria la experiencia, pero si me dejas te diré un secreto amigo, prefiero el agua dulce y los capucetes en el pantano de Oliete (Cueva Foradada) que los capucetes en agua salada, que vas todo el día con sal y arena que se meten en las uñas de los pies, y a ´mí me resulta muy molesto.
Ya quedaron los Capitostes en hacer otro encuentro del “Duenderío” sin que pase mucho tiempo y desde el Palillero de Chuel les mando un saludo a todos.
H.-    Te noto un poco inquieto Duende, sobre todo cuando has nombrado a tus mayores, has tenido como algo de melancolía o morriña.
D.-    Que espabilau eres Habanero, ¿es que se me ha notado mucho u qué?
H.-    Algo sí, entre esos “Capitostes”, ¿había algún pariente tuyo?
D.-    Sí, la hermanica más pequeña de mi agüela, que yo me crié con ella de zagal, también tengo parientes Ebro arriba de Escatrón y un pariente muy allegau cerca de Tudela que se alberga en el “Bocal” donde nace el Canal Imperial, por eso me subí a los pilares de Zaragoza; cosa que ya te contaré otro día que tenga ganas de charrar con tú.
Ah! Se me olvidaba también estuve un rato por los pilares de Urrea con el amigo Toño, los veía revoliar por las calles con sus cantas rosarieras a la Virgen del Pilar y los veía muy emocionados en su sentimental paseo por sus calles del pueblo y sus gentes, que los escuchaban con respeto  y les sacaban alguna pasta y bebidica de moscatel; y el colofón almorzar como está mandau! Un par de huevos fritos con guarnición (longaniza, magra o lo que se tercie).
Oye Habaneros, te voy a dejar y en otro rato te contaré lo de Zaragoza y sus Pilares con mis parientes del Ebro medio que como sabes les llaman a los de esa zona “mejaneros” ya que la ribera baja de Navarra es “la Mejana”, no me preguntes el por qué.
Hablando con el duende...
Se me cayó al suelo una de mis herramientas y cuando me levanté de cogerla estaba completamente solo… y eso sí, pasaron un par de días hasta que mis gatos dieron señales de vida….

Escrito por
José A. Espés “Habanero”

3 comentarios:

  1. Guillermo Lázaro6 may 2016, 18:53:00

    ¡Que suerte la del duende de recorrer los campos de naranjeros y mandarinos de la huerta del Ebro!. ¡Y qué decir de la reunión del "Duenderío", en un lugar tan misterioso como la Isla de Buda.!
    Conociendo ahora que sabe de mí,estaré atento por si por un casual,una sombra al tardecer anuncia su presencia por las "Cuatro Esquinas" y comparte sus reflexiones conmigo.

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  2. A mi me emociona leer palabras y frases tan samperinas, o mañas, tan nuestras, cuanto me gustaría leerlas habitualmente que formara parte de nuestra "literatura", sin traducción porque no la preciso.

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  3. Muchas gracias al duende por venir a visitarnos a Urrea, pero yo no lo ví, si pasas otro día te presentas,¿o es que solo hablas con Jose Antonio?, alguna tapica con alguna cerveza tomaremos.
    Me encantan estos relatos de Jose Antonio

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