Actualmente está de
actualidad la recreación de nuestro pasado pre-romano, el estudio de la
arqueología de esa época y el reestudio de la escasa documentación que existe
de ese tiempo. Parece ser que, en lo que a nosotros nos concierne, este
territorio estaba ocupado por una tribu llamada de los sedetanos, emparentados
con el resto de los íberos de la península y, en alguna medida también con los
celtas del centro que llamaban celtiberos, con los que limitábamos al oeste
casi en la misma Zaragoza y otros pueblos raros hacia el norte como los
vascones.
La verdad es que, aunque
han venido más pueblos a establecerse por esta tierra, siempre han sido grupos
de gentes muy minoritarios; griegos, latinos, godos, árabes... Su impronta de
tipo racial ha sido pequeña, aunque la cultural de algunos de ellos ha sido
grande, sobre todo la latina. Los árabes y bereberes islamizaron a la mayoría
de la población que luego desislamizaron la aristocracia goda y montañesa del
pirineo (de origen vascón y aquitano, la mayoría), que reconquistó para el
cristianismo a toda la península. Por eso, quizá, y sin que sirva de criterio
firme y constatado, seguimos siendo como los antiguos sedetanos: bajicos, chaparrudos y tirando a morenos o castaño oscuros; sin que falten los claros, rubios y algunos
más raros que llamamos “royos”. También los hay de complexión montañesa, según
el mito “vascón”, aunque todos estos tipos son minoritarios en nuestra
población.
Hay quien dirá que el tipo
árabe o berebere es este mayoritario, y a los íberos hasta hace poco se les
incluía en este grupo; os acordareis que en la escuela nos decían que los
celtas entraron por el norte y los íberos por el sur de España, o sea, de
África. Hoy se dice que la lengua sedetana era indoeuropea, como las celtas y
las latinas. Pero esto es cuestión de los entendidos. Queda mucho por
investigar y descubrir, si es que se puede.
La tribu tenía varias
ciudades gobernada por una casta guerrera cada una de ellas y
diversas aldeas de clanes agrícolas y ganaderos que con el tiempo algunas
alcanzarían cierta dimensión. Quizá lo único que unía a la tribu era la lengua,
linaje y quizá una casta de ilustrados o sacerdotes. Se considera la ciudad más
importante a Sedeisken que algunos quieren localizar con la ciudad íbera de
Azaila; otra era Salduie, sobre la que se desarrolló Zaragoza.
Otras propuestas de pueblos antiguos de la península, según autores...
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