Pinchar para descargarse los grabados... |
Una vez dentro de la página, si vais a la parte vertical izquierda donde salen las
páginas en pequeño, si pinchais en la página 11, se os abrirá una nueva página con tres grabados del acto. En esa época la fotografía no se había desarrollado suficientemente como para cubrir actos al aire libre. En cuanto a lo que se escribe sobre el acontecimiento también puede leerse aunque lo transcribo mas abajo para facilitar su lectura. También intentaré, si se puede y nos dejan, bajar los grabados que son muy interesantes aunque creo que cualquiera que tenga ordenado podrá acceder a ellos a través de los enlacse de más arriba.
páginas en pequeño, si pinchais en la página 11, se os abrirá una nueva página con tres grabados del acto. En esa época la fotografía no se había desarrollado suficientemente como para cubrir actos al aire libre. En cuanto a lo que se escribe sobre el acontecimiento también puede leerse aunque lo transcribo mas abajo para facilitar su lectura. También intentaré, si se puede y nos dejan, bajar los grabados que son muy interesantes aunque creo que cualquiera que tenga ordenado podrá acceder a ellos a través de los enlacse de más arriba.
Guillermo nos promete más documentación referida a la "Estación de Arriba". La esperamos.
Inauguración oficial de las
obras de Val de Zafan.
La línea férrea de Val de Zafan a San Carlos de
la Rápita fue incluida en el plan general de ferro-carriles por ley de 14 de Mayo
de 1880; se aprobó el proyecto por Real orden del 11 de Febrero de 1882; se
verificó la subasta en 22 de Agosto, adjudicándose la línea a la Sociedad
general de Obras públicas, por Real orden del 16 de Octubre; S. M. el Rey,
por último, después de inaugurar la línea de Canfranc, de
tanta importancia
para las regiones septentrionales de Aragón, se dignó inaugurar también, el 23
de Octubre último, las obras de la nueva línea de Val de Zafan, por Alcañiz, a
San Carlos de la Rápita; línea que ha de ser como inagotable manantial de prosperidad
y riqueza para las comarcas meridionales de la misma noble tierra aragonesa.
Estación de la puebla de Hijar |
La solemnidad inaugural de Huesca fue
severa, de carácter verdaderamente oficial, y la de Val de Zafan, espontánea y
entusiasta; aquélla no sorprendió, porque había sido preparada con tiempo y
espacio, y esta última, por lo mismo que fue improvisada, dispuesta en breves
horas, tuvo los encantos de lo desconocido, de lo nuevo, casi diríamos de lo
familiar.
A las ocho de la mañana del citado día
23, el tren Real partió de la estación de Cappa (Zaragoza), llegando a la de
Puebla de Hijar, estación de empalme con la proyectada línea y término del
viaje, a las diez y media ; acompañaban a S. M. el Rey, además de los altos
dignatarios de la Real Casa, Excmos. Sres. Condes de Sepúlveda y de Morphy y D.
Fermin Abella, el Presidente del Consejo de Ministros, Sr. Sagasta ; el
ministro de Fomento, Sr. Albareda; el Emmo. Sr. Cardenal Benavides; los
generales Jovellar, Daban y Terreros; los representantes de la Sociedad general
de Obras públicas, concesionaria de la línea, Sres. Conde de Belascoain, D.
F'rancisco de Paula Jiménez, Faquineto, Navarro Reverter, y otros, y Varios de
la prensa periódica.
En todas las estaciones del trayecto,
ocupadas por inmenso gentío, descollaban arcos de ramaje y caprichosos
gallardetes, y en la Puebla se agrupaban numerosas comisiones de casi todos los
pueblos de la vasta región que ha de ser favorecida con la nueva línea, de
Albalate del Arzobispo, Calanda, Caspe, Escatron, Sástago, Alloza, Alforque,
Urrea de Gaen, Ariño, La Zaida y otros muchos. A la salida de la Estación de
Puebla se alzaba un hermoso arco
de triunfo; en el emplazamiento de la inauguración, un ancho espacio circular
de más de 300 metros, cerrado por mástiles adornados de follaje, banderas, escudos
e inscripciones alegóricas, había las siguientes
instalaciones; pabellón Real, sobre alta plataforma, elegantísimo, formado por
cortinaje y toldos de terciopelo granate con franjas y flecos de oro; a la
izquierda, una linda capilla (véase el grabado correspondiente, pág. 276, según
fotografía de Hortet), donde ofició de pontifical el ilustre metropolitano de
Zaragoza ; a la derecha, el pabellón del banquete, con una mesa pequeña y otra
grande semicircular, adornado con amplios cortinajes de seda y damasco, escudos
y trofeos, y cuyo pavimento estaba cubierto por rica alfombra; enfrente , el pabellón
destinado a las comisiones y ayuntamientos de los pueblos.
En el centro del altar, decorado con
floreros y candelabros de plata, lucía la hermosísima imagen de Nuestra Señora
del Pilar, que reproducimos (de fotografía de Laurent) en el grabado correspondiente
de la pág. 276: es de plata fina, de más de un metro de altura, primorosamente
labrada en los talleres del conocido artífice de esta capital Sr. Marzo, y su
coste ha sido de 10.000 pesetas.
La Sociedad- de Obras públicas, tan
galante como espléndida, y deseosa de unir también el augusto nombre de S. M.
la Reina a la inauguración del ferro-carril de
Va de Zafan, hizo grabar en el zócalo de aquella hermosa obra de orfebrería,
la inscripción siguiente:
Á S. M. LA
REINA DOÑA MARÍA CRISTINA
RECUERDO
DE LA
SOCIEDAD
GENERAL DE OBRAS PÚBLICAS
EN EL ACTO DE LA
INAUGURACIÓN DE LOS TRABAJOS
DEL
FERRO-CARRIL DE VAL DE ZAFÁN Á SAN CARLOS DE LA RÁPITA
POR
S. M. EL REY
DON ALFONSO XII.
EL 23 DE
OCTUBRE DE 1882.
Y esta preciosa imagen, después de
haber presidido al acto inaugural de Puebla
de Híjar, ha sido presentada y ofrecida a la virtuosa y amable Reina que comparte con D. Alfonso XII el trono de España.
de Híjar, ha sido presentada y ofrecida a la virtuosa y amable Reina que comparte con D. Alfonso XII el trono de España.
Verificada la inauguración de las
obras en presencia de numerosa muchedumbre: el Emmo. Sr. Cardenal Benavides,
asistido por el deán Sr. Bauluz y los canónigos Sres. Blancas y Povil, pronunció
las oraciones de rúbrica y bendijo la primera piedra; el Presidente del Consejo
de Ministros dio lectura a la ley de Concesión del ferro-carril; el conocido
banquero D. Francisco de Paula Jiménez, á nombre de la Sociedad de Obras
públicas, dijo un breve discurso, dando gracias a S. M. el Rey por la honra
que dispensaba a la Sociedad dignándose autorizar la inauguración; S. M.
el Rey pronunció con entonación enérgica un brillante discurso, del cual sólo
copiaremos los dos últimos períodos:
«Aragoneses (exclamó con acento
inspirado): Si la suerte os sonríe; si la riqueza y prosperidad son premio de vuestro
trabajo, el mayor placer de vuestro Rey será haber contribuido en algo a vuestro
bien.
»Sí la adversa fortuna amenaza
vuestra independencia o esteriliza vuestros campos, aquí me tendréis; que
cuando otra cosa no pudiera ofreceros, siempre hallaréis un corazón aragonés
más a vuestro lado.»
Estas frases de entusiasmo produjeron
en la multitud, en los leales aragoneses que rodeaban al Rey, emoción indescriptible:
todos le aclamaban, se precipitaban a sus pies, le pedían la mano para besarla;
y es seguro que la influencia política del discurso regio ha sido también
extraordinaria en los pueblos de aquella apartada región
aragonesa, que no
habían sido visitados por ningún rey español desde Felipe V; es seguro que
muchos ayuntamientos han proyectado escribir en las salas del Cabildo las
nobles y generosas palabras del rey D. Alfonso, y que este augusto Soberano se
ha conquistado en Aragón, en las dos horas de Val de Zafan, más simpatías
personales que en los siete años de su reinado.
En la misma pág. 276 damos un grabado
(dibujo de Comba, según fotografía de Hortet) que representa el acto inaugural
de Val de Zafan, que acabamos de describir.
El banquete que se celebró en seguida,
bajo el magnífico pabellón que hemos citado, fue espléndido y digno de los
comensales.
No concluiremos estas breves líneas
sin tributar elogios a la Sociedad general de Obras públicas, que tan
dignamente preside el Sr. Conde de Belascoain, por el noble empeño que ha
demostrado en implantar, como venero de riqueza y florecimiento, las conquistas
de la civilización moderna en las comarcas aragonesas, y al distinguido
ingeniero Sr. Navarro Reverter, uno de los hombres más inteligentes y más
modestos de nuestra patria, y a cuya ilustración, vigorosa iniciativa,
actividad y celo se debe, en gran parte, el brillantísimo éxito que ha tenido
la improvisada inauguración de las obras de Val de Zafan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario