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Tiempos ha, cuando todavía trabajaba
en el horno familiar de la calle Linares, 2 (Plaza del Horno tuvieron a bien
titularla, aunque sigue rigiendo como calle de los Linares y no como plaza),
tuve la oportunidad de tratar a un conocido fabricante de harinas, o sea,
molinero industrial de la Puebla de Hijar. Tena le llamaban de apellido y venia
con frecuencia de visita comercial a dar una vuelta por la clientela.
Él me comentaba orgulloso de como las
modernas fábricas de pan como la suya refinaban la harina mucho mejor que los
molinos y me hablaba de un trigo autóctono en recesión llamado "Aragón 03".
Utilizaba pequeñas parte de este trigo para reforzar las malas harinas que cada
vez abundaban más en la panadería. "Pero esto encarecía el precio de la harina" -decía-.
Mi padre intentaba, y alguna vez lo conseguía,
que le proporcionara harina con una pequeña parte de trigo autóctono (o bueno,
como le llamaba) y al mismo precio, cada vez con menor fortuna, y la verdad es
que cuando era así mejoraba considerablemente la calidad del pan.
Luego oí decir que este trigo y otros
autóctonos habían desaparecido del mercado, pero hace pocos años un agricultor
de Samper me comento que el sembraba “Aragón 03” y que se estaba recuperando.
Harinera de la Puebla, se conserva la maquinaria |
Al margen de esto, también parece ser
que para mejorar la mala calidad de la harina de los nuevos trigos super-blandos, se
enriquecen añadiéndoles una parte de harina de trigo duro, que es una variedad
(o creo que especie diferente de trigo, que en España, y sobre todo en Italia,
no se usa para fabricar pan, sino sémola y espagueti), es lo que se llama, sino
estoy equivocado, “harina de fuerza”. Pero ignoro si esto mejora la calidad del
pan.
Lo cierto es que ahora se potencia el
pan integral, con todo el trigo molido sin cerner. A mí no me gusta mucho el
pan de trigo integral y soy de la opinión, a lo mejor equivocada, de que en
España no había cultura de pan integral. El salvado se separaba para el
“prenso” (pienso) de los animales aunque en tiempos de hambruna no se
desperdiciaba nada.
Durante la posguerra, el pan banco
estaba prohibido, pero se toleraba su consumo de estraperlo, sin embargo
quienes no tenían rentas, sobre todo en las ciudades, comían el “pan negro”
como una penitencia. Mira por donde ahora está de moda y en determinados
círculos está mejor visto el pan negro de los pobres que el blanco de los
ricos.
En realidad la harina que se gastaba
antes era más morena y menos refinada que la actual; creo que fueron los
franceses, a pesar de que son los que más miman el pan del mundo occidental, los que pusieron de moda lo de que el pan contra más blanco mejor.
Primero se popularizó entre la burguesía y luego comer el “pan moreno” (solo un
poco más moreno, que ese si era el tradicional), estaba mal visto en el pueblo llano a partir de los años 1960. Esta aversión se debía a que el pan negro
o simplemente algo moreno les recordaba el retraso histórico, la pobreza y los tiempos de penuria.
Era tal la ojeriza que el personal le
tenía al pan un poquito más moreno de los molinos tradicionales, que a los
labradores que todavía cambiaban harina por pan, los panaderos penalizaban
económicamente la harina a los que llevaban el trigo a moler al molino habitual, con lo cual los
últimos molineros dejaron de dedicarse a moler trigo para pan y solo lo hacían
para pienso de trigo u otros cereales. Terminaron por cerrar.
No estoy exagerando; en aquellos años
recuerdo como, salvo en una minoría de gente por lo general mayor, se
despreciaba el buen pan tradicional y gustaba un poco crudo y sin corteza (una
aberración). Lo mismo que hacían con el aceite de oliva; había gente que
preguntaba si las magdalenas estaban hechas con aceite de oliva y si era así,
no las compraba. Así que para los profesionales mejor; el aceite refinado de
semillas era mucho más barato, aunque los dulces se ranciaban antes y se
acartonaban, porque como al aceite de oliva no le llega en calidad ninguna
grasa del mundo.
Claro ahora el péndulo va de un lado
al otro; de comer el pan de trigos superflojos que deben ser enriquecidos con
productos químicos que sabe dios lo que les echan, al pan con hoja y salvado,
que será muy sano (hay que tomar fibra, que comemos poca), pero yo se lo
dejaría para las gallinas y los tocinos; aunque en esto de los gustos lo mejor
es que cada cual coja lo que mejor le agrade. También cada vez se elabora mejor
pan integral y está empezando a recrearse una cultura gastronómica de este pan (sobre todo en tostadas),
eso es cierto. Ver el molino harinero de Samper de Calanda en el blog vino, pan y morada...
Dentro de las muchas modalidades de pan común, se pueden agrupar en dos principales: el Plan de flama o de miga blanda como el de Aragón, pagés, chapata (italiano), vaguette (frances), gallego, pistola... y el candeal, de miga dura, bregado, "preto", como la telera, lechuguina, fabiola, pan de cruz, etc... Este último que solemos llamar amacerado, casi ha sido desplazado donde era tradicional, como en muchas comarcas de Castilla, Extremadura o Andalucía.
Dentro de las muchas modalidades de pan común, se pueden agrupar en dos principales: el Plan de flama o de miga blanda como el de Aragón, pagés, chapata (italiano), vaguette (frances), gallego, pistola... y el candeal, de miga dura, bregado, "preto", como la telera, lechuguina, fabiola, pan de cruz, etc... Este último que solemos llamar amacerado, casi ha sido desplazado donde era tradicional, como en muchas comarcas de Castilla, Extremadura o Andalucía.
interesante articulo y curioso
ResponderEliminares cierto que hay un resurgir del pan tradicional, con harinas integrales de diferentes clases de trigos y espeltas, se recupera el pan con masa madre y fermentaciones largas y como curiosidad comentar que hornos como el de la foto todavía los seguimos haciendo,
ResponderEliminarah y en Samper todavía se come un pan extraordinario y las tortas recién hechas no creo que haya dulce de su categoría que las supere,
un abrazo y gracias por la foto,
Hola!
ResponderEliminarMuy interesante todo lo que dices. Nosotros desde Ecomonegros apostamos por el Trigo Aragón 03 y el pan integral con harina molida en piedra, y de momento nos va muy bien. Nuestros clientes están contentos y vamos a cumplir 8 años de recorrido molinero-panadero.
Muchas gracias por todo.
Un saludo desde Leciñena
La familia Ecomonegros