domingo, 11 de noviembre de 2012

ArtiCulo: Encuesta sobre la posible participación en la huelga del día 14 y de su legitimidad en la población.


Según una encuesta de opinión de Metroscopia, las razones para la huelga general del 14 de noviembre alcanzan una justificación mayoritaria entre la ciudadanía y crece su legitimidad y las perspectivas de participación respecto de las dos anteriores. Veamos datos concretos.

En primer lugar, conviene considerar los dos abspectos del grado de apoyo a esta convocatoria de huelga ciudadana. Por un lado, su legitimidad, el nivel de aceptación de sus objetivos y la justificación de su conveniencia; por otro lado, el nivel de participación en los paros y las movilizaciones aparejadas (manifestaciones, asambleas, concentraciones, debates públicos o en las redes sociales, expresiones de denuncia o malestar…).

Aunque todavía es significativo el 34% que no la ve justificada, más de dos tercios del electorado del PP (68%) y una minoría de los votantes del PSOE (14%, es de suponer que de su parte centrista y/o acomodada).Según la citada encuesta la justificación de la huelga general debido a la gestión del Gobierno de Rajoy alcanza el 62% de la población -mayor de 18 años- (29% de los votantes del PP y 84% de los votantes del PSOE, y se supone que un porcentaje superior entre el electorado del resto de grupos de izquierda o el abstencionismo activo), y llega al 66% entre las personas ocupadas (si se desagregasen las personas asalariadas –descontando autónomos, empresarios y directivos- el porcentaje sería superior). 

Se ha producido un incremento de su legitimidad de nueve puntos desde marzo de 2012 (53%), en que había descendido ligeramente desde septiembre de 2010 (58%). Igualmente, el rechazo a las dos reformas laborales, motivo expreso de esas dos huelgas, era compartido por cerca de dos tercios de la población y todavía más entre la izquierda social (la reforma laboral de febrero de 2012 era rechazada por el 62% de la ciudadanía y por el 91% de los votantes del PSOE).

Sobre la oportunidad de la huelga están más empatados los dos bloques de la población. Le parece oportuna al 47%  y no oportuna al 49%. No obstante, hay una gran diferencia entre personas de las distintas opciones político-electorales. Así, se ve oportuna por el 68% del electorado del PSOE, mientras para el 82% de los votantes del PP no es oportuna. Es significativo el crecimiento de la idea de su oportunidad, ocho puntos respecto de la de marzo de 2012 (39%) y once puntos de la de septiembre de 2010 (36%). Por otro lado, es superior la opinión de su oportunidad entre la población ocupada (50%) que entre la no ocupada -parados e inactivos- (45%), superando esa mitad entre los asalariados.

Otra pregunta relaciona el éxito de la huelga con su seguimiento por ‘la gran mayoría de los trabajadores’. Contestan SÍ, el 48% (57% en votantes del PSOE y 33% del PP), y NO,el 44% (36% del PSOE y 60% del PP). Está clara la percepción de esa amplia participación por parte de la mayoría del electorado de izquierdas, y la valoración mayoritaria de que el nivel de seguimiento, aunque no sea total, dadas las circunstancias, puede ser un éxito.

Sobre la intención de participar en esta huelga hay un 40% que contestan SÍ (Sí con seguridad y Probablemente sí)y un 54% NO(Probablemente no y No con seguridad). Esta previsión de participación se incrementa respecto de la de marzo de 2012 (33%, frente al 65% de no participación). Hay que considerar que esta parte de la encuesta se realiza entre personas ocupadas, y si valorásemos solamente la población asalariada, que es la convocada a los paros, los porcentajes de disponibilidad para participar se podrían ver incrementados en torno a cuatro puntos, es decir, un total del 44% y un 37%, respectivamente. En todo caso, contrasta un poco la opinión entre la intención de participar y la impresión de que será seguida por la mayoría, que es ligeramente superior.

De confirmarse este pronóstico, esta huelga general puede ser un paso en ese recorrido, no definitivo ni completamente sólido, pero sí justo, necesario y relevante. Sus efectos inmediatos pueden conllevar un mayor desgaste social de la política de ajustes regresivos, una menor credibilidad de las opciones conservadoras, un freno a medidas impopulares. 

La mayor o menor dimensión de la participación de la ciudadanía va a incidir en la mayor o menor firmeza y determinación en la pugna social y democrática por promover y culminar un cambio de ciclo sociopolítico y de estrategias económicas, a definir por los sindicatos y los distintos agentes sociales y políticos, cuyo devenir y recomposición también se verán afectados. Será otro elemento significativo que incida en ese aspecto, a considerar en otro momento. De inmediato el compromiso es con la gran participación y, sobre todo, con la legitimación de esta movilización ciudadana y progresista.

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