Una cosa que me resulta curiosísima es que los fantasmas siempre aparecen vestidos, no sé si se habrán dado cuenta; sobre todo aquellos a los que se le han aparecido fantasmas. A quien no se le han aparecido fantasmas no lo pueden saber. Parece ser, por una película que ya he visto varias veces (Ghost, más allá del amor, 1990), que antes de pasar al otro lado de la luz, se va vestido con la misma ropa que llevábamos cuando morimos, aunque cuanto más tiempo pasemos entre la muerte y la resurrección en el cielo o, lo que sería peor, en el Infierno, limbo o purgatorio, más desaliñado se ve la ropa que portan los fantasmas, como se puede ver en esa serie televisiva que echan en la televisión y que se llama “Entre fantasmas”.
Seguro que la ven; yo ya no porque la han repuesto muchas veces, aunque “Embrujadas” otra serie de fantasmas, a veces me apetece verla de vez en cuando, más por las brujas que salen que por otra cosa porque el guion que tiene es poco creíble; los ángeles y los demonios y demonias son guapos y guapas, y ni saben ser buenos ni malos; siempre ganan las embrujadas a pesar de ser humanas. El ángel no aparece cuando se le invoca porque está de visita de algún familiar en peligro estelar y a los demonios los matan con un conjuro de andar por casa, que no parece que son demonios ni nada, porque a los demonios ni Dios pudo con ellos, pero estas (las embrujadas), los matan o los envían al Inframundo echando leches.
Los ángeles ganaron la batalla en la guerra galáctica de antes de la creación del hombre, pero los demonios nos fastidiaron el Paraíso y aún siguen haciendo la guerra y metiendo mal. Y los fantasmas se aparecen vestidos con la ropa que llevaban puesta cuando murieron. Es algo que no entiendo, ¿los vestidos tienen alma? Porque si no tienen alma y la ropa se les ha descompuesto en la tumba, es imposible que los fantasmas se aparezcan vestidos aunque hay espiritistas que no están de acuerdo y sostienen que la ropa con la que te mueres o amortajan es la que llevarás toda la eternidad; que vaya faena.
Por eso no creo en ningún fantasma que se me ha aparecido. Siempre se me han aparecido vestidos.
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