lunes, 21 de mayo de 2018

Charrada. La transversalidad de las ideologías.

Nuevo diseño varones de
Ciudadanos

No queríamos el bipartidismo, algunos no lo queríamos por lo menos, y lo hemos conseguido, aunque sigue habiendo mucha gente adicta al PP o al PSOE todavía por llevar la contra, así pues, que salió Ciudadanos y Podemos, las alternativas nuevas y regeneradoras que no son de izquierdas, ni de centro, ni de derechas sino todo lo contrario. Los antiguos partidos y sus simpatizantes les critican mucho y les supones muchas maldades; tantas o más que a los viejos partidos. Ahora bien, todavía no se han corrompido, y está por ver si se corromperán; sus defectos en este sentido son anecdóticos, no hay razón para criticarlos y si se les critica es porque “cree el ladrón que son todos de su condición, no porque exista razones para ello.

  Así tampoco podían, los de Podemos, entrar 
en el Parlamento. Las cosas como son.
Dicho esto, lo que a mí me escandaliza de los partidos modernos, Ciudadanos y Podemos (que hasta tuvieron el talento de ponerse un nombre sin apellidos), Lo que me escandaliza de los nuevos digo, a mí, que soy algo rústico, obrerista y cercano a los perro-yayo flautas, es la naturaleza pija de los nuevos partidos; al menos de sus dirigentes.
En Ciudadanos se les suponía, pues son plebeyos pequeño burgueses de derechas venidos a más; o sea, nuevos ricos y es natural que no tengan clase, aunque los tolere la antigua porque son el recambio que necesita por si les falla su partido, el PP, que les está fallando. Que son horteras lo demuestra Marta Sánchez, cantando la Marcha Real Borbónica en una fiesta del partido. Lo mejor que tiene un himno nacional o regional es que no tenga letra; son todas ridículas, faltonas (fijaros en “Els Segadors que quiere segar las cabezas de los castellanos cuando es la gente más noble del mundo, después de los aragoneses), y están obsoletas, dan vergüenza ajena el cantarlas porque el tiempo en las que se escribieron ha pasado irremediablemente. La música sin embargo suele ser bonita; pone la piel de gallina a los simpatizantes, y en algunos casos es sublime hasta para los no simpatizantes. Los intentos de ponerle letra al himno nacional español han fracasado todos. Es mejor que cuando se toque cada cual le ponga la letra que quiera y la tararee por lo bajini y así no hay problemas. El Himno Nacional Español se presta para ello extraordinariamente; no lo fastidiemos poniéndole letra (yo lo tarareo, sin que me oiga nadie poniéndole una estofa de “A las Barricadas”, otra de La Marsellesa, otra de “Y vivaspaña, el vino y sus mujeres” y otra del Himno de los EE. UU, aunque me de vergüenza decirlo). Por cierto, el himno de Aragón todavía no sé qué letra tiene, aunque la música tampoco la conoce nadie ¡Luego fardamos de comunidad histórica!
De los dirigentes de Podemos, no digamos; han pasado de la estética barrio bajera a la de los Yuppie en menos que canta un gallo. Al PSOE le costó varias décadas, pero a Podemos solo dos años. Me gusta que pongan a votación si Irene y Pablo deben seguir de parlamentarios o no por haber cambiado de casa; si ganan que pongan también a votación el tipo de alicatado que van a poner y donde comprar los muebles, pero ya les digo, que hagan lo que hagan, no les va a gustar el diseño a la derecha cavernícola española; que hace tiempo que ha dejado también de tener clase y compra en las rebajas o como llamen ahora a eso (que le han puesto un nombre raro) y si pueden arramplan los productos y se van sin pagar como los “esgarra mantas”.
Podían hacer Ciudadanos y Podemos como en Italia (y dejarían a todos, incluidos los periféricos, con dos palmos de narices), allí la extrema izquierda peronista del Movimiento Cinco Estrellas van a formar gobierno con los neofascistas de la Liga Norte, que ya es liga del centro y del sur. Está todo el mundo asustado con esta alianza laica y “antinatura” y el presidente de la República Italiana que pinta menos que “Pichorras en Pastriz”, no sabe qué hacer. Está hablando con Europa, con los bancos, con los jueces corruptos, con el Vaticano, con la mafia y la Camorra. Lo mismo convocan otra vez elecciones a ver si la gente se cansa y ya no va a votar.
Yo no me canso de votar, pero alguna vez me cansaré. Y me van a oír.
Enlace amigo: Ferrer Mirasol en "Cierzo y niebla"...

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