Sin haber salido a las carrozas
ni nada, un jurado internacional de altísimo nivel nos ha nombrado una
“especialísima mención” a un pequeño grupo de amigos que estábamos celebrando,
como todos los años, el haberse conocido ni se sabe ya cuántos.
La mención es el vellón de
esparto, por ser depositarios de los valores eternos de la cabra de la Legión.
Lo celebramos con una caldereta de jabalí adobado a las frutas y verduras del
tiempo, con patatas y vino viejo de la tierra. Rematamos con cava, pacharán de
los caños y las cañas (que nos trajo el duende), y helado al gusto.
El jurado deliberando a las afueras del pueblo.
Cantando "LA PERDIGANA"
A duo y capela
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