sábado, 24 de octubre de 2015

ArtiCulo. Pues era verdad que se cobraba comisiones.

El colmo de la corrupción es que en vez de asaltarte los bandoleros te asalten los alguaciles.       
         Lo dijo el señor Maragall en aquella histórica sesión del Parlamento de Cataluña donde, cabreado, el líder del partido socialista catalán rompió la ley del silencio de las castas gobernantes; el 3% fatídico, que en ocasiones era o es  mucho más. Está por todas partes. Sale en la Gurtel, en Cataluña y en todas las naciones de las Españas; también en Aragón. En el Ayuntamiento de Zaragoza, con las contratas y otras “yerbas”, cuentan y no acaban los que se han metido a gobernar lo ingobernable, la de mamoneos, irregularidades, el mirar para otro lado y, (“piensa mal y acertaras”), “aparar el cazo”.

          Puede que muchos de los problemas para que las ¿izquierdas? del ayuntamiento de Zaragoza y de las Cortes de Aragón no se pongan de acuerdo, estén en ese miedo de algunos  a levantar las alfombras y salga la suciedad donde todos los partidos que tuvieron responsabilidades de gobierno están implicados, aunque no todos los políticos de esos partidos lo estén. Limpiar el salón crea "desestabilidad" y donde hay "desestabilidad" no puede haber recuperación, según el catecismo oficial. Sobre todo, recuperación de los que pueden perder la ocupación.
          Como ejemplo, en Cataluña; el aprendiz de mártir señor Más le ha dicho a los izquierdistas y hasta ahora coherentes chicos de la CUP, que se olviden del 3%, de la corrupción, de los recortes sociales y demás mandangas; que sean patriotas catalanes y le apoyen para formar gobierno. Aquí en Aragón, donde
reina el patriotismo español, también se les pide a los novatos podemistas y demás perroflautas que sean patriotas (españoles en este caso) y dejen de marear la perdiz ¡Que Santiago y cierra, España, coño!
          No sé cómo acabará todo. Pero veo a los nuevos muy bisoños; si no terminan integrándose en el sistema de corrupción imperante en este país, terminaran apareciendo como los malos de la película. Los demás tienen mucha experiencia en jugar en este casino; son trileros profesionales y tienen muchos apoyos de medios de comunicación y económicos que están interesados en que la riada se controle y todo vuelva a su cauce. Y si no, como dicta la ley de la amoralidad: "todos tenemos su precio", o como decía el padrino: “tengo una oferta que no la vas a poder rechazar”, como les dijeron a los griegos que querían cambiar el modo corrupto de hacer política en su país.


Reflexión de un pedante empedernido (anónimo):

Quien piense que tiene algo que decir o escribir, que tenga enjundia o sustancia y no molestar a nadie, es que en realidad no tiene nada que decir o escribir que tenga enjundia o sustancia.

1 comentario:

  1. ¿Quién dijo eso de que "los politicos y los pañales hay que cambiarlos con frecuencia, y por los mismos motivos".

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