miércoles, 24 de abril de 2013

Charrada: El cipotegato de Hijar.



Blog. eshijar
Hijar ha recuperado a “cipote”: “eres más tonto que cipote”, o cipotegato; “cipote cara de gato”. Hay quien se ha cabreado porque dice que esto es un invento pseudohistórico propio de los hijaranos, pero Hijar tuvo dance y se recuperó o, también, dulzaineros, como en todo Aragón y se ha recuperado; eso sí, como toda tradición que se recupera, adquiere una dimensión nueva, pues al unirse a la actualidad lo que se considera que fue rigurosa tradición, sale algo nuevo, no puede ser de otra manera, siempre fue así. 



La síntesis, a veces es mediocre, a veces muy creativa.


Si vinieran nuestros tatabuelos a ver la Semana Santa actual de Samper, se escandalizarían, aunque solo fueran por ver a adolescentes de sexo femenino salir a tocar por las noches. Con descaro. Sin embargo a nosotros nos parece ya de lo más tradicional y por supuesto ha ganado muchísimo. O, quien sabe, si como dicen algunos (pocos) hijaranos, Samper nunca tuvo Semana Santa con tambores hasta después de la última guerra civil, y que se la copiamos a ellos. 


A mí me da igual, como me da igual si tuvieron o no cipotegato los hijaranos (que creo que sí). Como soy libre pensador, escéptico y relativista moral, me da igual “arre”, que “pasallá”, que “uesque”; lo importante es no estarse quieto, no parar, o sea, no decir nunca “só”.Ya te apartarás tú”.


En Samper tuvimos carnaval y personajes que pasaron a la memoria colectiva, como los “esquilones” y los “mangritones”. Todavía decimos, de manera despectiva, “es un esquilón”, o vaya “mangritón”.


Actualmente se ha recuperado el carnaval, pero el carnaval moderno no tiene nada que ver el antiguo de Samper; El carnaval actual esté copiado del renacentista italiano, del brasileño, el de Las Palmas o Cádiz. El Carnaval de Samper era de raíces mucho más antiguas y peculiares, propias del norte de España (quizás el cipotegato provenga de ahí), pero con el paso del tiempo, en muchas localidades, y sobre todo con el advenimiento de las clases urbanas burguesa se fue introduciendo el moderno. Que también es un carnaval. Más vistoso, más voluptuoso, más caro y, como toda fiesta o acontecimiento tradicional que se exalta hoy en día, orientado al consumo y a la promoción del turismo. 


Esa es la realidad; Tenemos que ser sinceros y no engañarnos a nosotros mismos. 


O sea, ha vuelto el “tonto cabeza de gato” y volverán los “mangritones”. Es ley de vida. Les tiraremos tomates y hortalizas o bailaremos con ellos. Según vengan dadas. 

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