martes, 22 de enero de 2013

ArtiCulo: CATÀNIES VIA, CONTINUADORES DE UNA TRADICIÓN: LA CREACIÓN DE JOAN TRENS I RIBES.


Catanies de Vilafranca
Me gusta todo lo que tiene que ver con los productos de calidad de origen y semiartesanales; no me importa de dónde proceden pues soy internacionalista y no tengo manías  patrioteras que al fin y al cabo con esto sucede como con el futbol. ¿Por qué esa manía de mezclar la política con el deporte o con la industria agroalimentaria? Por ejemplo; en Valencia puede haber mucha corrupción política y empresarial pero se hacen muy buenos turrones. ¿Por qué los vamos a boicotear si luego se los compramos a los chinos que son más negreros que los valencianos y a saber lo que les ponen en vez de almendras. Eso sí, si otros me ofrecen la misma calidad, garantía y, además, son más baratos, pues eso, me paso que soy muy traicionero.


El final del “Año Viejo” lo pasé con unos amigos catalanes, por si se independizaban y ya no me daba tiempo el ir por aquellas bonitas tierras. Así me despedía. Pero parece que no; no vi nada que se pareciera a ese tremendismo que se ve y se oye por los medios de comunicación o, a lo mejor, es que mis amigos no están en esa movida.

Sin embargo en lo culinario tienen costumbres sobrias pero como a mí me gustan: los cebollinos esos que asan con “jarmientos”, el cocido que llaman escudella (supongo que el nombre vendrá de esculla, que decíamos aquí), los caracoles, las judías “monchetas”, la escalibada  (más simple no puede ser), la butifarra, sus embutidos y curados, y su cava, que aunque no sea políticamente correcto que lo diga un aragonés es el mejor aunque en el resto del Estado, que dicen por allí, se está mejorando.

Su confitura no es tan conocida. Unos amigos que son de Vilafranca me regalaron unas almendras bañadas en chocolate que tienen “usía” como diríamos aquí. Por eso las traigo a colación. Busque en internet por ver si había documentación y sí que la había:

 
Joan trens i ribas
Esta dulce y tradicional elaboración de almendra caramelizada y cubierta de crema de chocolate es la obra de un vilafranquí singular, el chocolatero Joan Trens i Ribas.

Nacido en Vilafranca el año 1877; su abuela Merçé Urgellérs era la heredera de Casa Catani, casa paterna del vilafranquí calle de la Font que acabaría dando nombre al más celebre de sus productos elaborados. Hombre de espíritu inquieto, el año 1904 será nombrado el primer presidente del histórico club de fútbol Vilafranca, deporte que había promocionado en la capital del Penedés el comerciante suizo Emilio Berger que emparentaría con una rama de la familia Trems.

Del carácter social y culturalmente inquieto de Joan Trens es igualmente una buena referencia su participación en diversas juntas directivas de la vilafranquina sociedad La Principal, entidad que presidió en su momento histórico más relevante, entre 1931 y 1932, años en los cuales promovió el patronato de cultura dentro de la entidad y también la nombrada cultura de la mujer que organizaba cursos y actividades para la formación de las chicas.

Dedicado profesionalmente al oficio de chocolatero, artesanía de la cual se formaría en Barcelona, su chocolate a la piedra obtendría reconocimiento y su establecimiento de la calle de la Font un buen renombre, en una casa con relieves en la fachada alegóricos al cacao y a los cereales, y con una cerámica que recuerda las cocas y el chocolate desecho, obras del artista gerundense, Jaume Busquets que sería emblemático durante prácticamente todo el siglo XX en el Penedés. Como anecdota curiosa podemos mencionar que para moler el cacao y hacer girar el mezclador de chocolate hacían bajar a un burro al subterráneo del obrador. La pobre bestia consumía sus días dando vueltas a la noria (malacate) pero ya no volvería a ver nunca más la luz del día.

En la mesa de mármol que presidía el obrador de su establecimiento el espíritu inquieto de Joan Trems (también conocido popularmente como el “Catani” de acuerdo con la denominación familiar), hacía con frecuencia probaturas y experimentaba variedades de elaboración. De una de estas nacería la idea de caramelizar una almendra y cubrirla con chocolate: había nacido las que ahora son las Catanies Vía,  aunque primeramente se comercializaron con otros nombres.

Aunque la denominación que le daría finalmente fama sería la de su punto de origen: el producto de Casa Catani, las almendras caramelizadas cubiertas de una crema y polvo de cacao. Elaboramos las Catanies Vía siguiendo la formula original creada por Joan Trems.  De esta manera se han convertido en un producto característico y único en el mundo de la chocolatería catalana, la más célebre y deliciosa laminería del Penedés.

                           ----------------------------------------------------------------------------

 
Aquesta dolça i tradicional elaboració d'ametlla caramel-litzada i coberta de crema de xocolata es l'obra d'un vilafranquí singular: el xocolater Joan Trens i Ribas.

Nascut a Vilafranca l'any 1877, la seva avia, Mercé Urgellés, era la pubilla de cal Catani, casa pairal del vilafranquí carrer de la Font que acabaría donant nom al mes célebre dels seus  elaborats. Home d'esperit inquiet, l'any 1904 Ribas esdevindrá el primer president de l'históric Club de Fútbol Vilafranca, esport que havia promogut a la capital del Penedés el comerciant suís Emili Berger, qui emparentaría familiarment amb una branca de la familia Trens.

Del carácter social i culturalment inquiet de Joan Trens n'és igualment una bona referencia la seva participació en diverses juntes directives de la vilafranquina Societat La Principal, entitat que va presidir en el seu moment historic mes reeixit, entre 1931 i 1932, anys en els quals va promoure el Patronat de Cultura dins de l'entitat i també l'anomenada Cultura de la Dona que organitzava cursos i activitats per a la formació de les noies.

Dedicat professionalment a la labor de xocolater -artesanía de la que en faria l'aprenentatge a Barcelona-, la seva xocolata a la pedra obtindria reconeixement i anomenada i el seu establiment al carrer de la Font -en una casa amb esgrafiats a la façana al-legórics al cacau i als cereals, i amb una cerámica que recorda les coques i la xocolata desfeta, obres de l'artista gironí Jaume Busquéis- esdevindria emblemátic durant prácticament tot el segle XX al Penedés. Com anécdota curiosa podem esmentar que per moldre el cacau i fer tombar el mesclador de la xocolata feien baixar un rúc al soterrani de l'obrador. La pobra bestia consumía els seus dies tombant a la sínia pero ja no tornava a veure mai mes la llum del día.

A la taula de marbre que presidia l'obrador del seu establiment, l'esperit inquiet d'en Joan Trens -també conegut popularment com el Catani, d'acord amb la denominació familiar- feia sovint provatures i experimentava varietats d'elaboració. D'una d'aquestes en naixeria la idea de caramel-litzar una ametlla i cobrir-la amb xocolata: havien nascut les que ara son les Catánies Via, tot i que primerament es van comercialitzar amb altres noms. Tot i aixó, la denominació que li donaría fmalment anomenada seria la del seu punt d'origen: el producte de cal Catani, les ametlles caramel-litzades cobertes d'una crema i pols de cacau. Elaborem les Catánies Via seguint la fórmula original creada per Joan Trens. Així han esdevingut un producte característic i únic en el món de la xocolateria catalana, la mes célebre i deliciosa llepolia del Penedés. J.S.B.


No hay comentarios:

Publicar un comentario