Reseña: Samper, fiel a la BTT.

Jueves, 04 de Agosto de 2011 00:00 Iván Martín

FUENTE: LA COMARCA

Los amantes a la bicicleta de montaña volvieron el sábado a ser fieles a su cita con Samper de Calanda, y acudieron a la prueba fijada en el calendario de marchas de la modalidad, que tradicionalmente se lleva a cabo durante las fiestas de la localidad. El evento se celebró por decimotercer año consecutivo y contó con la participación de 125 cicloturistas, que no fallaron a su ya clásico reencuentro con sus compañeros del deporte de las dos ruedas.

La buena climatología acompañó a mayores y pequeños, que contaron con una soleada mañana para disfrutar pedaleando de unos agradables paseos, rodeados de naturaleza, y a través de dos recorridos propuestos por el entorno de la población del Bajo Martín. «Buscamos la variedad en los paisajes», explicó José Manuel Sevil, miembro del Club Ciclista ‘Samper Pedalea’.

El itinerario diseñado para los más experimentados constaba de 37 kilómetros, con un perfil suave, con una única dificultad orográfica, que era la subida a un vértice geodésico del entorno, ubicado en la zona del monte de Samper.

El segundo de los trazados estaba pensado para los más jóvenes, constaba de 18 kilómetros, y se llevaba a cabo por tercer año consecutivo, y tras el éxito de participación de las últimas ediciones.

Los participantes del recorrido más largo hicieron una parada en una balsa cercana para esperar a los que llegaban desde el otro itinerario, y así unirse a los demás en ese punto. El cruce de caminos de ambos sirvió para hacer el pelotón más grande, y para que los mayores transmitieran a los más pequeños las indicaciones para una mejor circulación, durante la parte final de la marcha.

Ambas rutas propuestas discurrieron íntegramente por caminos, por lo que no contaban con el peligro de circular por carreteras con tráfico rodado, un factor que suponía un aliciente más para que los cicloturistas se animaran a tomar parte en el evento. De hecho, muchos cicloturistas se inscribieron en las dos pruebas, que al igual que en años precedentes, volvieron a contar con participantes llegados desde Zaragoza, y también desde poblaciones cercanas como Alcañiz, Albalate del Arzobispo y La Puebla de Híjar.

Todos ellos decidieron acudir hasta la zona de acampada cercana a la ermita de Santa Quiteria para tomar la salida, y no desaprovechar la oportunidad para reunirse con los amantes al mundo de las dos ruedas. Pese a ser una cita tempranera, el cielo despejado animó a todos ellos a participar, ya que la temperatura a las 9 de la mañana resultaba muy agradable para la práctica de la BTT.

La prueba tenía carácter cicloturista y nació hace ahora más de una década con el propósito de dar salida a aquellos practicantes que no quisieran pasarse al mundo de la competición. Fomentar el compañerismo y el disfrute de la naturaleza eran dos de los objetivos. «La prueba surgió a raíz de un campeonato local en el que participaba gente de ocho pueblos, y entonces quisimos hacer una marcha para los que no quisieran disputar las carreras, y simplemente, disfrutaran de la bici y de la naturaleza», dijo Sevil.

Hermanamiento final
El hermanamiento entre los aficionados al mundo de la bicicleta de montaña era otro propósito. Por eso, y teniendo en cuenta que se trataba de reunir al mayor número posible de participantes, la fecha de celebración de la prueba se fijó en la jornada del sábado, en vez de la del domingo. «Empezamos a organizarla en domingo, pero la pasamos al sábado debido a que son fiestas, y en la mañana del sábado, se anima más gente», explicó Sevil.

Tras completar los recorridos programados, los cicloturistas que tomaron parte en el encuentro participaron en la comida que se celebró cuando concluyó la jornada cicloturista. Durante el almuerzo, tuvieron la oportunidad de comentar los entresijos de los itinerarios que habían recorrido, tras una buena buena mañana de bicicleta que les dejó un buen sabor de boca y les animó a volver a citarse hasta la próxima marcha cicloturista.