A pesar de eso, siento más atracción hacia los socialistas por eso volvería a votar al PSOE en mi pueblo si no hubiera otra a su izquierda como IU porque soy radical-posibilista, pragmático por las mañanas y utópico por las tardes, como don Fernando Pi i Margall (que duró un mes como presidente de la 1ª república y no le dio tiempo a corromperse) y a pesar también, de que el PSOE de Samper está más quemado que los tizones de las hogueras de San Valero. Quemado para mí, porque como es evidente, elección tras elección, consigue la mayoría de los concejales del pueblo. Algo tendrá el agua cuando la bendicen. Aún quieren durar otro mandato; si queda gente para votar en el pueblo igual lo consiguen. Aquí opera eso de: otros vendrán que bueno te harán.
A mí no me importa significarme y además ponerlo por
escrito que es lo que queda en la memoria y no eso de ir chafardeando por los bares
y las esquinas, que también, aunque no me gusta hacerlo.
El PSOE como el PP, el PNV, JUNS y otros más son del “sistema”,
y cuando digo del “sistema” no solo digo que están pillados por los
grandes poderes facticos mediáticos y económicos del “sistema” que son
en realidad quienes mandan. Tienen, los partidos entre sí, contradicciones, por
supuesto, por eso son varios, si no estarían todos juntos en el mismo. Tambien
esos grandes poderes a los que me refiero tienen contradicciones entre ellos y
optan por apoyar y financiar a uno u otro de estos partidos según su ideología,
intereses o contexto económico en el que se desenvuelven. No hay tanta
homogeneidad como se cree en el “sistema”. Ahora mismo hay una
confrontación armada entre algunos de ellos que podría convertirse en mundial y
entrar España también en esa guerra, que sería devastadora y que tiene todos
los visos de llegar, aunque no terminamos de creérnoslo.
Y esos partidos son representativos de la sociedad que
los votan. Ya vale de considerar tontos a quienes votan una y otra vez, durante
cuarenta años, a los mismos partidos y considerarlos enajenados mentales. La
gente no es tonta; un partido que lleve en su programa electoral que la gente
que no les vota es idiota, no lograrán nunca quitarle votos al rival porque
insultan a los votantes de otros partidos-
No hay cosa que moleste más que le digan a uno que es
tonto o enajenado políticamente por votar a su partido tradicional de
preferencia. Ahora se les llama también inmorales a quienes votan al partido
rival. Y como en el PSOE hay corrupción, pues deberían cambiar de partido ¿Pero
es que nos creemos que la gente que vota a un partido (de estos que llamo del
“sistema”, para entendernos, no sabe que su partido es corrupto), lo que no le
perdonan a su partido es que no sea eficaz o torpe y se deje pillar (casi siempre por pasarse de frenada), o mal gestor en las políticas que
son o consideran que son de sus intereses ¿Cuántas veces hemos oído eso de “a
mí no me importa que roben, lo que me importa es que repartan también y que me
llegue algo a mi”? La corrupción para la mayoría de la ciudadanía está
amortizada y la ponen en las casillas de “pérdidas y ganancias”. La
gente es poco cristiana o socialista de verdad; hipócrita un poco, pero tonta
nada. Solo minorías raras o heterodoxas (yo creo que estoy en esa categoría), salen
de ese conglomerado convencional votando a partidos anormales o heterodoxos también,
o no votando.
Si la derecha gobierna, que gobernará, porque ya le
toca, porque esto de la política institucional es cíclica, no será por la corrupción;
la corrupción es una puntilla donde los partidos de la oposición, como hace
ahora el PP, pinchan una y otra vez y la clavan y vuelven a clavar en el
tozuelo de Sánchez a ver si se arrodilla de una vez y muerde la arena, y si no
pueden porque son más torpes que los novilleros fracasados, llamarán al
matachín del Matadero de la plaza para que remate la faena, o a un guardia
civil para que le pegue un tiro de gracia que ya lo están deseando.
Y el PSOE volverá con las mismas malas mañas (que anda
que no las tiene cuando está en la oposición), y el PP tornará a volver otra
vez, porque además los partidos alternativos que aparecieron como alternativa a
estos dos fracasaron; Ciudadanos (este bien financiado por el grupo liberal
europeo) y Podemos y otras malas hierbas (dicen que por la izquierda
Bolivariana latinoamericana).
A VOX lo financia Putin y algún régimen islámico como
el de Turquía, por si alguien no se ha enterado todavia. Tienen poco recorrido,
estos partidos, en estos momentos, pero nunca se sabe.
Ahora se dan más cambios en un mes que antes se daban
en una década, pero la mayoría de las personas humanas de este país lo que
quiere es jubilarse pronto, con buena pensión; irse de vacaciones, contra más días
mejor; tener trabajo (si es posible donde se trabaje poco y paguen bien) y
vivienda accesible, y cuando llamen a votar votaran a los suyos de siempre que
cree que son los mejores, y los amargados sociales como yo, que no tienen
posibilidad de que ganen los suyos porque pintan menos que pichorras en
Pastriz, o no lo tiene porque es más raro todavía que yo, no votar, porque dicen: ¿para qué? “Si ahí que ir se va, pero ir pa na es tontería”.
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